Liberalismo
El liberalismo es una doctrina que se basa en la defensa de las iniciativas
individuales y que busca limitar la intervención del Estado en la vida económica,
social y cultural. Se trata de un sistema filosófico y político que promueve
las libertades civiles y que se opone al despotismo. La democracia representativa y
los principios republicanos se basan en las doctrinas liberales. Aunque suele
hablarse del liberalismo como un todo uniforme, es posible distinguir entre distintos
tipos de liberalismo. El liberalismo económico es el más difundido ya que es
defendido por las grandes corporaciones y los grupos económicos más fuertes. Se
basa en limitar la intromisión estatal en las relaciones comerciales, promulgando la
reducción de los impuestos y eliminando las regulaciones. El liberalismo
económico cree que, al no intervenir el Estado, se garantiza la igualdad de
condiciones y se establece un mercado de competencia perfecta. La falta de
intervención del Estado, sin embargo, no permite la ayuda social. La legalización
del consumo de drogas está avalada por el liberalismo social.
Fisiocracia
Se denomina fisiocracia
a la considerada como
primera doctrina
económica de la historia
mundial. Surge en
contraposición a los
principios mercantilistas
a mediados del siglo
XVIII en Francia. A
diferencia de los
mercantilistas, los
fisiócratas entienden
que la grandeza de un
Estado no guarda
relación con la cantidad
de oro y plata
acumulados,
sino con la
disponibilidad de
extensiones de tierra
para cultivar,
abundancia de graneros
y con los espacios de
extracción de minerales
a explotar.
Los fisiócratas
sostenían que la tierra
era la única entidad
generadora de riqueza y
que por lo tanto debían
fomentarse las
actividades agrícolas y
en menor medida las
extractivas. Creían que
el comercio solo
acumulaba valor, sin ser
realmente generador del
mismo.
Sus exponentes más
importantes fueron el
médico François
Quesnay y el político y
funcionario
francés Anne Robert
Jacques Turgot, barón
de Laune.