Vida entre los
escombros
habla desde la sala de su casa, y en
El mayor impacto del terremoto de
compañía de su esposa Ligia Valencia
1999, se presentó en la gran cantidad
de 70 años de edad, vive de nuevo,
de personas atrapadas por la gran
gracias a las fotos de la revista, los mo-
magnitud del sismo. Los integrantes de mentos más difíciles y satisfactorios de
los organismos de rescate se unieron
su misión como rescatista.
para atender y salvar todas las vidas
Durante el terremoto de 1999, se presen- posibles, pues aunque los organismos
Se retiró del Ejército como sargento
taron muchas personas atrapadas por la siguen sin ponerse de acuerdo en las
primero del batallón San Mateo, y llegó
gran magnitud del sismo que sacudió al cifras, se estima que 28 municipios de
a la Defensa Civil como supervisor, por
Eje Cafetero, los integrantes de los orga- la región cafetera sufrieron daños, sien- una recomendación, pero entendiendo
nismos de rescate se unieron para aten- do Armenia la más afectada, pues fue
que en aquella época, representaba
der y salvar todas las vidas posibles.
la ciudad que quedó reducida a escom- una oportunidad que no podía desapro-
bros en tan solo 30 segundos.
vecharse.
os décadas después de la peor
tragedia que pudo atender como inte-
grante del personal de rescate de la
Defensa Civil y Cruz Roja en el terre-
moto del Eje Cafetero en 1999, la frase
que más recuerda Pedro Ortega de 73
años, es el llamado a hacer del proceso
“Una tarea de todos”.
Esa frase les recordaba a ellos, pero
también la gente que se encontraba en
los puntos críticos de la catástrofe, que
todos debían ayudar a los demás, para
resctar y detectar a las personas que
aún seguían atrapadas después del
sismo.
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Foto: Archivo Pedro Ortega.
Estimaron un saldo superior
a 1.000 personas fallecidas y
4.000 heridas con varios gra-
dos de lesiones
Personas como Pedro Ortega, quien
se desempeñaba como subdirector de
la Defensa Civil de Risaralda, cumplie-
ron un destacado papel.
La voz de los rescatistas es hoy la voz
de los recuerdos. Pedro Ortega me
En el momento del impacto, estaba en
el segundo piso viendo las noticias del
mediodía. Tomó su chaleco de la De-
fensa Civil, agarró las llaves y salió de
inmediato hacia la oficina en disposi-
ción de atender la misión de desastre.
Se comunicó con todos los organismos
de apoyo de Pereira, para saber qué
acciones tomar, para establecer con
cuántos equipos contaban, además del
personal disponible para realizar los
respectivos rescates en los puntos don-
de se encontraban heridos y muertos.
Se desplazó a los puntos más críticos
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