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Y es además la capacidad y habilidad gerencial para escoger los proyectos correctos y hacer las inversiones adecuadas en tecnología, investigación y desarrollo (I&D) e innovación. Se evalúan, seleccionan y priorizan nuevos proyectos; los proyectos existentes pueden acelerarse, concluirse o cambiar su prioridad; y los recursos son asignados y reasignados a los proyectos activos.
Los objetivos que debería tener una cartera de proyecto serían:
• Lograr que la cartera esté alineada estratégicamente.
• Obtener el máximo valor de la cartera de proyectos.
• Lograr el balance correcto (conveniente) entre los proyectos que se ejecutan.
• Ejecutar el número adecuado de proyectos.
• Lograr la satisfacción de los clientes, en la medida que los resultados que se obtienen de los proyectos que se realicen respondan mejor a sus requerimientos o necesidades.
• Comunicar las prioridades, de forma clara y precisa, al personal de todas las áreas de la organización.
Un aspecto básico del gobierno de proyectos es lograr un acuerdo respecto a las inversiones, definiendo indicadores que permitan medir los resultados obtenidos y asegurando alineación con la estrategia empresarial, balanceando riesgos y retorno. Estudios confirman además la importancia de implantar prácticas de gestión de portafolio para maximizar la creación de valor. En cuanto a la forma de obtener valor, se afirma que son los comportamientos y no las estrategias las que crean valor.
Si una empresa toma sus decisiones de cartera de proyectos basada en el dinero y el costo estimado solamente, es decir el CEO solo piensa en “qué nos producirá más dinero en este momento, o cómo bajar los costos”, puede tener graves problemas.
La única pregunta no debería ser cuánto cuesta algo, sino que debería preguntarse "¿Cuánto valor proporcionará este proyecto?". Cuando se utiliza el concepto de valor para tomar decisiones en la cartera de proyectos, se decide sobre el proyecto más valioso, y esta no es una pregunta de retorno de la inversión, es una cuestión de predicción y estrategia.
El éxito de una empresa depende, entre otras muchas cosas, de la importancia de cómo manejar estratégicamente la cartera de sus proyectos y el valor que representan al negocio.