Revista Digital UMG SJP 2018 | Page 17

M emorias de un pasante del bufete popular, estudiante de la carrera de derecho Corría, la fecha ya no me acuerdo, lo cierto es que como estudiante de la carrera de derecho era obligatorio sacar una práctica tribunalicia, en aquel entonces con el sistema procesal inquisitivo. Me inscribí en el Bufete Popular de la USAC aquí en la ciudad de Guatemala, pero es el caso que me asignaron aproximadamente 125 casos y ninguno prospero porque todos eran revocados de oficio. Todavía me queda la duda si era cuestión de los empleados de los Tribunales de Justicia, porque siempre se reían cuando yo salía de los mismos. De tal cuenta me vi en la necesidad de inscribirme en el bufete popular de la Ciudad de Escuintla donde se me indicó que la práctica en ese bufete consistía en trabajar desde su inicio hasta su conclusión 5 caso penales, 3 civiles y 2 laborales. Lo importante de este pequeño extracto de estas memorias es lo siguiente: lo primero que me asignaron fue un caso penal donde tenía que defender a un detenido a quien se le acusaba de la comisión del delito de HOMICIDIO EN GRADO DE TENTATIVA, se hizo todo el protocolo y entre ellos tenía que hacer visita carcelaria en la Granja Canadá, en el departamento de Escuintla, y cuando me hice presente a dicho lugar, me encuentro con un tipo extremadamente violento a pesar de que tenía una herida grave producida por un disparo de arma de fuego. De tal manera que yo no lo quise entrevistar, quizá me dio miedo, pena por defender a un delincuente de tal magnitud o no sé, lo cierto es que regresé al Bufete Popular de Escuintla y le conté todo con lujo de detalles a mi asesora. Ella, la Licenciada asesora toda una dama, por cierto, sin ninguna pena me dijo, mire jovencito mejor retírese de la carrera de Abogado y mejor dedíquese a trabajador social, porque usted ya que si quiere ser un verdadero profesional del derecho tiene que defender a sus clientes sean culpables o no, y si no lo puede hacer le repito cambie de profesión. Me dolió tanto lo que me dijo la Licenciada asesora, pero a la vez me hizo despertar, y pensar que yo si quería ser Abogado, por lo que regresé a la granja, entreviste al detenido y lo saque libre, y me hice Abogado de lo cual estoy muy orgulloso. Esta es solo una de las grandes penurias que se tuvo que pasar en aquella época de mi vida como estudiante de derecho. Lic. Víctor Enrique Noj Vasquez Catedrático Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales 16