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Las aulas se presentan entonces, como los espacios donde se articulan las antiguas tecnologías con las nuevas y así teniendo en cuenta una posición firme en esta institución social, es donde se van reinventando en cierta manera los soportes. En estas aulas se manifiestan diversas formas, que a su vez habitan en tiempos y espacios que se han ido transformando.
La escuela hoy se encuentra en un dilema que la coloca en una situación ambivalente e inestable. En palabras de Tiramonti“ la escuela es una institución que se conformó en otro momento histórico y que nació asociada a circunstancias sociales, políticas y culturales”.( 2005: 890). La cuestión surge entonces si esta escuela, que se formó bajo otras formas y vivencias es la misma que hoy en día existe o si la misma se agiornó a estos tiempos. Es posible pensar que hubo una reconfiguración de la escuela. Tradicionalmente se la conoce y presenta en un tiempo y momento y la misma se sostiene por permanecer en este tiempo.
Sin embargo, la sociedad le pide que se presente de otra forma, que se muestre acorde a los tiempos que hoy se viven donde se conjugan las antiguas tecnologías con las nuevas, donde la articulación de las mismas genera espacios y momentos diferentes pero reales a los tiempos modernos, donde los alumnos son distintos y donde los cambios culturales proyectan diversidad de posibilidades ante criterios y modalidades nuevas. La estrategia es entender estos cambios y acompañarlos ya que la posibilidad de inclusión e integración al campo que los alumnos necesitan, o sea al campo laboral, cambio. Desde esta perspectiva las instituciones se presentan diferentes buscando potencializar al sujeto y capacitándolo para formar parte de una sociedad en constante transformación. Es por ello que como educadores debemos buscarle este espacio a este nuevo alumno.
En la actualidad, se necesita, de alguna manera, reinventar y resignificar al alumno que las habita, porque el mismo es parte de un mundo social que cambió, es decir encontrar formas para volver a darle a los establecimientos el lugar que le corresponde y que se halle íntimamente relacionado con el momento que se está viviendo. Entender que somos sujetos sociales, formados por las instituciones, y a su vez formadores de ellas. Es por ello que en palabras de Dussel,“ la escuela, debe transformarse para hacerle lugar a estas nuevas prácticas”.( Dussel, 2012: 183). El resignificar las prácticas, implica, realizar un verdadero y profundo análisis del lugar que ocupa la escuela como una institución trasmisora de conocimientos y a la vez, conocer si los saberes que la misma transmite, se encuentran actualizados y en función de las necesidades de la sociedad actual.
Una de las posibilidades presentada fue a través de la implementación de diferentes planes y programas, donde se puede observar, según refiere Dussel,“ cómo las aulas y los sistemas escolares se reconfiguran con las tecnologías, políticas y conocimientos; y también ayuda a identificar los nuevos actores y las nuevas mediaciones que organizan trayectorias de conocimiento en las aulas”.( Dussel, 2014: 52). En la perspectiva de la autora, por ello, de a poco y en mayor medida, se observa que en estas instituciones, se presentan debates y disyuntivas relacionados con cuestiones pedagógicas y políticas ricas en contenidos,