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Mi experiencia como madre delegada.
Q
ué importante se siente una cuando le pi-
den que cuente su experiencia como madre
delegada para aparecer en la revista del cole.
Pues bien, allá voy, primero me presento, soy Sil-
via y mi andadura como madre delegada comenzó
el curso pasado cuando mi hijo de tres años entró
al colegio.
Fui voluntaria
para el pues-
to porque me
pareció una
buena forma de
estar involu-
crada en las
actividades de
mi peque, así
podía contro-
larlo más de
cerca, pues el
miedo natu-
ral que sentimos cuando dejamos a un niño tan
pequeño en un lugar que al principio es extraño,
aunque tengas buenas referencias del mismo, no
se puede controlar.
Afortunadamente, el curso de tres años tuvo un
desarrollo fantástico, nos tocó la lotería con las
seños Eva y Josefa y junto con las otras madres
delegadas participamos en todas las actividades
que necesitaban de nuestra ayuda.
Es cierto que requiere tiempo y dedicación, pero
el poder ver esa cara de primera vez de tu hijo
ante una obra de teatro, un viaje en autobús o ex-
remamos en el mismo sentido cuando se nos reclama.
A mí personalmente, me encanta participar en acti-
vidades que se proponen (sean mercadillos, recogida
de leche, pintar la pared, preparar colgantes, hacer un
espantapájaros, decorar el huerto, etc.) acompañar a
tu hijo a una excursión merece la pena y mucho, pero
también encargarse de que todo esté listo para el de-
sayuno saludable, como para la fiesta de fin de curso…
como veis son varias las tareas que se nos encomien-
dan.
primiendo una naranja es una experiencia única e
irrepetible.
Este curso sigo siendo madre delegada, ya sabéis
que no suele haber muchos voluntarios para el
puesto, así que podemos decir que el cargo se
hereda de un curso a otro.
Ya estamos en cuatro años y la tónica a seguir ha
sido la misma que el año pasado.
Proyectos muy interesantes y actividades que
hemos afrontado con ilusión y ganas con los que
no solo los peques han aprendido, y es que para
nosotras también es una forma de aprendizaje
ver que crecen, se hacen independientes y no
necesitan tanto de nuestra ayuda.
Ya a final de curso nos encontramos preparando
regalos para los niños, el almuerzo del último día
de cole, fotos de grupo, etc.
Todo por ellos, los peques, y por ellas, las seños,
Eva y Josefa, para darles un pequeño respiro en
su ya cargada agenda .
Porque ellas, Eva y Josefa, son las responsables
de que nuestros peques vengan contentos cada
día al cole y se sientan felices en clase, y noso-
tras, las mamás delegadas más felices aún de
verlos así.
En definitiva, y no me enrollo más, ser madre
delegada mola, aunque a veces se nos pongan los
pelos de punta cuando nos dicen hay que pintar,
hay que recortar, hay que comprar, hay que salir,
etc, etc, etc...
Silvia Pérez. Madre delegada 4 años.
Ser madre delegada es también estar más involucra-
da en las actividades de tu hijo, conocer y ver cómo
aprende de cerca. Creo que el ver la implicación de
una madre también le motiva para esforzarse más, les
encanta y lo disfrutan. Y eso también lo habrán notado
las mamás que voluntariamente nos ayudan puntual-
mente.
Verónica Espí, mamá delegada de 4 años.
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