Temporada irregular la del Deportivo, pero menos irregular que la del resto de equipos.
La igualdad fue la tónica predominante en la Liga Adelante. Hubo que esperar hasta las últimas jornadas para conocer los equipos que alcanzarían la ‘gloria’ del ascenso.
Los fichajes llegaron a última hora. A la pretemporada oficial le siguió una pretemporada ‘extra’ para los nuevos. El acoplamiento al equipo obligaba a no ser demasiado exigentes. El planteamiento del Deportivo era ir de menos a más.
Duro inicio de liga
El arranque liguero fue un tanto dubitativo. El Deportivo vencía fuera pero se dejaba los puntos en casa, reflejo de lo que sería el campeonato. Recibía pocos goles pero venían fundamentalmente en jugadas a balón parado, otro de los aspectos que lastró al equipo de Fernando Vázquez.
Con dos victorias y tres derrotas en los primeros cinco partidos no se podía ser demasiado optimista de cara al futuro, sin embargo la derrota en Gijón, jornada 5, supuso un punto de inflexión para el equipo.
Un derbi de hermanos gallegos
La temporada en Segunda nos dejó un derbi fraternal, donde los malos rollos entre aficiones no estaban a la orden del día.
Riazor y el Anxo Carro se vistieron de gala para recibir a sus vecinos como se merecen. Dos días de fiesta que terminaron con reparto de puntos. Lugo y Deportivo lograron sus objetivos, la pena es que debido a esto este derbi no se repetirá la próxima campaña.
#RevistaDeportivistas
La cantera, protagonismo relativo
Se apuntaba en pretemporada que este año se iba a mirar a la cantera. La situación del club así lo obligaba y había confianza en los futbolistas que estuvieron a punto de lograr en el play-off el ascenso a 2ºB.
Sin embargo, al margen de futbolistas que tuvieron minutos en varios partidos, por circunstancias del guión, podíamos decir que, de la nueva hornada, solo Ínsua y Luis Fernández gozaron de oportunidades suficientes para poder hacernos una idea clara de su nivel.
La temporada de la cantera se quedó a medias.