ciudad, decorada con los típicos azulejos azu-
les y blancos representando la pasión de Cris-
to; la Igreja de santa Maria Matriz, la Capela
de São Martinho y probamos su famosa Gin-
ja, un licor de cerezas servido en unos vasitos
de chocolate , dulce y deliciosa combinación.
Paseamos por la Rua Direita, llena de
encantadoras tiendas de recuerdos , sus casas
decoradas en amarillo y azul y sus balcones
floridos de preciosas buganvillas.
Tomamos el almuerzo en un espectacular
restaurante: A nova casa de Ramiro, cuyo
anfitrión, el propio Ramiro en persona, nos
sirvió un bacalhau con nata que estaba deli-
cioso. Y hemos dormido en uno de los hoteles
más bonitos que jamás he visto: The Literary
Man Hotel, el mayor hotel literario del mun-
do, con unos 40.000 libros distribuidos por
todo el recinto que antes era un monasterio.
Cualquier rincón te inspira a pasar un buen
rato de lectura, y tienes donde escoger. La
cena consistió en una buenísima açorda, plato
típico de la región.
Esta noche también dormiremos aquí y
mañana podremos visitar Sintra, otro sueño
hecho realidad.
Para aquellos que imaginéis vuestro país de
maravillas entre dulce y algo amargo, marrón
claro, oscuro o blanco, en marzo tiene lugar
en Óbidos el Festival de Chocolate. Si lo ima-
gináis más bien entre artesanos , caballos,
combates y música celta, en julio y agosto
tenéis el mercado medieval y si vuestro país
soñado es un país donde siempre es Navidad,
podéis acercaros entre diciembre y enero que
tiene lugar la Vila Natal.
Los sueños pueden cumplirse y cuando
esto ocurre no hay que tener miedo a desper-
tar, el sueño continúa porque ahora ya no es
un sueño, ahora es real. v
Porta da Vila
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