Revista de viajes Magellan Octubre 2017 | Page 15

y visitamos la Casa Loma, un castillo clásico en el norte de la ciudad. Después condujimos hora y media hasta las cataratas del Niágara. Al entrar en el pequeño pueblo nos encon- tramos con la gigantesca caída de agua de frente, y nos dejó con la boca abierta. Ade- más de pasear por el borde de las cataratas y sacar infinidad de fotos desde los miradores recomiendo sin duda el paseo en el mítico barco Maid of the Mist, donde armado con tu chubasquero llegas lo más cerca posible de catarata: una sensación indescriptible. Ade- más descendimos por un ascensor para ver a través de un hueco excavado en la roca la caída de agua desde atrás. Pasamos a Estados Unidos por un puente que cruza el río a una buena altura – Rainbow Bridge- y que hace de frontera. Desde el lado americano se puede ver muy de cerca la caída de agua secundaria – la que no tiene forma semicircular-, tam- bién impresionante. Hay un parque con dife- rentes miradores y como era 4 de Julio pudi- mos disfrutar de los fuegos artificiales sobre las cascadas, iluminadas con luces de colores. Vistas de Toronto desde la CN Tower Vistas de las cataratas del Niágara desde USA 15