revista de pensamiento crítico y reconocimiento. | Page 90

Esta idea de racionalidad entronca con la corriente filosófica del utilitarismo. La mayoría de los economistas no han estudiado filosofía o se han olvidado de lo que estudiaron y abrazan esta corriente de pensamiento como si fuera la única y el único modo de entender a las personas. Sabemos que esto no es así y podemos plantear la economía desde otras maneras de entender a la persona.

La consecuencia de esta racionalidad economicista es un estilo de vida dentro del cual lo más apreciado es tener un salario mayor; en el que el criterio fundamental de compra es siempre buscar el menor precio (dada una determinada calidad), porque eso nos permite comprar más; en el que lo único que importa es mi satisfacción personal, solo mirar por mí, independientemente de qué compre y a quien compre. Esto es lo racional desde el punto de la vista económico, que cada cual piense en lo suyo, cada uno para sí mismo.

Frente a ello, proponemos la racionalidad económica de lo suficiente. Lo racional en economía, no es siempre buscar más, tener más, sino buscar lo suficiente para vivir. La economía trata de cómo cubrir las necesidades y alguna apetencia con recursos escasos. Cuando tengo lo suficiente puedo dedicarme a hacer lo verdaderamente importante, lo bueno y bello de la vida, que es relacionarme con los demás, querer a los demás…

Este es un planteamiento totalmente distinto al anterior. Especialmente porque aquí se pone la economía al servicio del ser y no como en el anterior que se ponía toda la existencia al servicio de tener más. La economía queda así en sus justo lugar. No se puede negar que es importante: todos tenemos que comer y obtener los mínimos vitales en todos los sentidos para poder sobrevivir, pero no es positivo poner toda nuestra existencia al servicio del tener, sino que este nos ayude a ser. Por ello, para educar en la racionalidad de lo suficiente debemos pensar y educar sobre qué son necesidades y qué no lo son.

Además, la racionalidad de lo suficiente es compatible con el cuidado de la creación, porque cuando queremos tener más y más, pasamos de tener huertos a explotaciones agrícolas, de granjas a explotaciones ganaderas, de bosques a explotaciones forestales, de cuidar la naturaleza a explotarla, y esto supone agotar nuestra capacidad de que ese jardín que ahora es suficiente para vivamos los 7.000 millones de habitantes del planeta, pueda ser suficiente también para 12.000 millones que dicen que seremos. Solo conformándonos con lo suficiente conseguiremos que esto sea posible.

La racionalidad de lo suficiente potencia también valores buenos para las personas

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