revista de pensamiento crítico y reconocimiento. | Page 24

El futuro siempre ha sido incierto, ahora más. Pero ahora, además, el problema es que no podemos huir de esa incertidumbre porque nos ha estallado en la cara.

Por tanto, ¿cuál podría ser un punto de partida “sano”?

En primer lugar, asumir que esto no ha cambiado nuestra realidad: cambian las circunstancias, pero no la realidad. La realidad siempre ha sido horizonte de posibilidades por descubrir, caminos por construir, siempre ha sido un “hacernos a nosotros mismos” en cada una de nuestras acciones (u omisiones).

En segundo lugar, tomar consciencia, como ya decían los estoicos, de que es imposible modelar el mundo en función de lo que yo quiero y de mis necesidades. No soy el centro del universo, no puede girar todo en torno a lo que deseo, y no, por más que yo quiera, los hechos no van a cambiar porque a mí me parezcan mal. Hay hechos que escapan a nuestro control, como por ejemplo, un tsunami. No son ni buenos ni malos, ni justos ni injustos, son y punto. Igual que esta situación de pandemia, es un hecho que se impone, una realidad que asumamos o no, ahí va a estar. No vale de nada estar quejándose por todo y reclamar la vuelta a una normalidad que no existe. ¿Por qué? Porque si nuestras circunstancias son X, vivimos en función de ellas; pero cuando las circunstancias son Y, es absurdo vivir como si fueran X, porque no lo son, por mucho que yo me empeñe en reclamar que así sea.

¿Queremos volver a la realidad previa a la existencia del COVID-19? Pues bien, la única solución es construir una máquina del tiempo y vivir eternamente en el pasado. Pero a día de hoy el COVID-19 está y no va a desparecer porque no nos venga bien. Esta actitud de negación, según la filosofía estoica, nos lleva directamente a la amargura y la infelicidad, porque el fracaso está asegurado cuando intento cambiar el mundo que me rodea y que escapa totalmente a mi control. Lo que es imposible, es imposible, y creer que es posible solo nos lleva a un fracaso continuo en una empresa absurda.

"Asumir nuestras circunstancias (la

existencia del COVID-19) no nos ha de llevar al sufrimiento, sino a la posibilidad de

re-configurar nuestra vida para encontrar la felicidad en ellas."

24