revista de pensamiento crítico y reconocimiento. | Page 144

Las convicciones personales, conformadas por el temperamento y el carácter, resultan muy difíciles de cambiar (por más que la literatura de autoayuda insista en que todo lo que nos ocurre es una cuestión de actitud).

Y si esto es complicado a nivel individual, todavía lo es más si lo que se pretende modificar son las estructuras socioeconómicas que conforman el armazón de una sociedad. Difícil no significa imposible. A pesar de las dificultades, los grandes cambios sociales se han producido gracias a los esfuerzos mancomunados de muchas personas y organizaciones que a partir de un primer paso (a menudo tras una derrota o una catástrofe) continuaron un camino que poco a poco, con avances y retrocesos, desembocó en una realidad nueva: derechos humanos, igualdad formal entre mujeres y hombres, protección del medio ambiente, etc.

Entonces, ¿cómo transformar nuestro mundo de una manera positiva? ¿Cómo cambiar las reglas del juego que lo han gobernado hasta ahora? Esas son las grandes preguntas que ha querido contestar el proyecto “Transformando nuestro mundo, cambiemos las reglas del juego con la Economía del Bien Común” que se ha desarrollado, en una primera fase experimental, durante el curso académico 2019/2020 en el IES Betxí.

constitucionales, donde se proclaman las bases del contrato social vigente en cada país. Pero no siempre ha sido así. De hecho, no ha sido hasta hace apenas unos años cuando ha renacido la idea de bien común, que había quedado sepultada bajo toneladas de individualismo, consumismo y otros ismos poco recomendables.

Retrocedamos antes unos años, concretamente a 1992 (año de grandes eventos como la Exposición Universal de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona). Ese año, el politólogo norteamericano Francis Fukuyama publica un libro con un título rotundo: “El fin de la historia y el último hombre”. Concluía en el mismo que, tras la caída de los regímenes comunistas

"¿cómo transformar nuestro mundo de una manera positiva? ¿Cómo cambiar las reglas del juego que lo han gobernado hasta ahora? "

Para contestarlas, se parte de un origen singular, desde las reflexiones de un profesor universitario en Viena sobre la necesidad de un modelo económico alternativo, hasta llegar a un conjunto de actividades académicas y extraescolares con las que se quiere probar un novedoso planteamiento cultural. Una nueva cultura, solidaria y cooperativa, a través de la cual la comunidad educativa contribuya con sus acciones al bienestar de toda la ciudadanía bechinense y de la sociedad global.

El retorno del Bien Común

La noción del Bien Común, cuyo origen se remonta a Aristóteles, consiste básicamente en defender el bienestar de todas y cada una de las personas que integran nuestra sociedad. El bienestar general debiera ser el objetivo de cualquier sociedad democrática y todas sus instituciones deberían encaminarse hacia este fin tan elevado. Así lo reconocen sus textos

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