revista de pensamiento crítico y reconocimiento. | Page 139

el derecho del voto de una persona. Ya tenemos y estamos muy orgullosos de los derechos fundamentales individuales, pero no hemos pensado en la misma manera sobre posibles derechos fundamentales colectivos que son los soberanos: redactar y/o cambiar la Constitución, elegir el gobierno, destituir el gobierno, realizar propuestas de ley en el parlamento, iniciar y aprobar una ley, controlar el bien público (agua, energía, etc.), emitir dinero, decisión sobre acuerdos internacionales, decidir sobre el uso militar… Llevamos un poquito más lejos de este pensamiento pues los ciudadanos tendrían el derecho exclusivo de escribir y cambiar la constitución y los parlamentos y gobiernos tendría que preguntar a la instancia soberana si pueden cambiar la constitución. Eso sería una inversión de poderes. Estableceríamos un cuarto poder que sería el poder constituyente, el que constituye los otros poderes. Seguirían el parlamento, el gobierno y el aparato jurídico pero la instancia soberana se empoderaría, tendría más poder que hoy y podría, como consecuencia, anclar ciertas decisiones básicas en la constitución. Por ejemplo, la limitación de la desigualdad que los gobiernos no se empeñan por hacerlo, tenemos una dificultad extrema o excesiva y perversa. Si pregunto a la gente, en 25 países hasta ahora, en qué nivel limitaría una desigualdad entre los ingresos máximos y mínimos el resultado en todos los países del mundo es en el factor 8, en otros países en el factor 10, a veces el factor 15, a veces el factor 5 o 7.

"un cambio de estilos de vida hacia la suficiencia y hacia el goce más inmaterial frente a lo material"

también tendrían unos ingresos financieros más altos. Sería una situación win-win entre ricos y pobres.

Bueno, la última parte. Voy a hablar pocos minutos más para tener suficiente tiempo para el debate. Vuelvo a la conclusión de que estas son propuestas que muy pronto vamos a volver a la situación de que tenemos que reconocer que los gobiernos y parlamentos, a pesar de que la gente si está dispuesta a estos pasos, a estas reformas, a estos rediseños de la economía de los mercados, en este caso los gobiernos y parlamentos no van a estar dispuestos a realizarlo.

Por eso yo suelo llamar a una democracia más profunda, a una democracia real que yo llamo soberana, porque el principio de la soberanía es un principio no cuestionado. Igual como el principio de la división de poderes nadie lo cuestiona. Pero como alguien que ha estudiado de ciencia política pregunto qué significa. Y el significado originario de soberano es estar por encima de todo. En democracia la instancia soberana somos nosotros, los ciudadanos, y en teoría deberíamos estar por encima de todo, por encima de la constitución, por encima del parlamento, por encima del gobierno, por encima de cada acuerdo internacional y cada ley. Pero hoy por hoy no tenemos derechos para rediseñar en estas instancias estos elementos de la democracia que están teóricamente por debajo nuestro. Es decir, algo falta y lo que falta son lo que yo llamo los derechos soberanos o derechos fundamentales colectivos a diferencia de los derechos fundamentales individuales que ya tenemos, desde la libertad de opinión hasta el derecho del voto de una persona.

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