revista de pensamiento crítico y reconocimiento. | Page 138

económicos y humanos ecológicos serían una medida para dejar la tierra a nuestros hijos y nietos tal y como la hemos encontrado, ósea sin deterioro ecológico.

Para conseguir eso no tendríamos que eliminar perosí limitar nuestro consumo de recursos naturales o nuestro consumo medioambiental. Una forma de implementarlo podrían ser derechos humanos ecológicos. Es decir, el regalo de la madre tierra se reparte a partes iguales a todas las personas que viven, para que las personas que aún no viven obtengan el mismo derecho de participar en la tierra si se quiere. Según una propuesta científica, estos serían 1,7 hectáreas globales.Es una medida de

necesariamente tendría que bajar el consumo de recursos naturales y el consumo medioambiental. Esto afectaría de forma muy eficazmente tanto a una mayor eficacia ecológica como un cambio de estilos de vida hacia la suficiencia y hacia el goce más inmaterial frente a lo material.

Según la psicología y la ciencia de la suerte sabemos que esto no bajaría la calidad de vida, sino que la aumentaría. Así que no debemos tener mucho miedo a esa esa reducción de nuestra huella ecológica. Pero aún así mucha gente no está dispuesta a realizarlo, también porque los economistas solamente nos están hablando del poder adquisitivo financiero, no les están hablando del poder adquisitivo ecológico.

varios impactos medioambientales unidos en una sola medida física. El fundamento es que el planeta tiene límites. Vemos que en algunos países el consumo de recursos tendría que bajar notablemente, mientras que en otros países la gente podría consumir notablemente más. Si solamente tenemos el poder adquisitivo financiero pues la gente en EEUU pero también en España o en Austria, pueden permitirse un consumo ecológico excesivo, no hay ningún límite. Si estableciéramos un poder adquisitivo ecológico en paralelo al financiero entonces el poder adquisitivo de personas en la Unión Europea o EEUU se limitaría significativamente y esto no necesariamente tendría que bajar la calidad de vida, pero si necesariamente tendría que bajar el consumo de recursos naturales y el consumo medioambiental.

ético, no les están hablando del poder adquisitivo ecológico.

Esta es mi propuesta: cada persona obtenga esa parte, la 8 billonésima parte del regalo de la madre tierra, implementándola se podría poner un segundo precio a todos los productos, junto al precio financiero podríamos poner un precio ecológico y tendríamos que entonces calibrar nuestros poderes adquisitivos. En un segundo escalón los más pobres podrían incluso vender una parte de su poder adquisitivo ecológico a los más ricos, porque de dos formas no tienen el poder adquisitivo financiero para consumir sus derechos psicológicos y así los ricos tendrían un aterrizaje un poquito más suave y los pobres también tendrían unos ingresos financieros más altos. Sería una situación win-win entre ricos y pobres.