revista de pensamiento crítico y reconocimiento. | Page 136

decisión es una

cuestión política y nos quieren hacer creer que la única forma de entender los mercados es que sean capitalistas, nosotros decimos: tenemos la libre elección, es posible continuar con el capitalismo, pero es igual de posible cambiar de mercados capitalistas a mercados no capitalistas orientados al bien común.

La economía del bien en común es un conjunto de propuestas de cambiar el fundamento legal de la economía. Algunas son: comercio mundial ético, limitación de la desigualdad, renta básica incondicional, reducción de la jornada laboral, dinero como bien público (libre de deuda), interés negativo, bancos y bolsas del bien común, derechos humanos ecológicos, precios ecológicos. Es un modelo bastante completo. Pero en estos días y en estas semanas mucha gente pregunta: pero ¿qué podemos hacer ahora? y los gobiernos tienen que

decidir qué van a hacer ahora.

La respuesta a esta pregunta, la penúltima parte de mi presentación, son salidas de la crisis inmediata diferente a la crisis anterior, a la crisis financiera del 2008.

Proponemos, en primer lugar, que haya una condicionalidad social y ecológica, o del bien común, de todas las ayudas. Si los gobiernos

quisieran podrían vincular el grado con el cual apoyan a las empresas a la contribución de estas empresas al bien común. Por ejemplo, podrían compensar el 100% de los costes causados por la crisis a las empresas más relevantes para el sistema, desde el sistema de salud, hasta el abastecimiento de lo más básico y esencial para la vida. El 90% para la economía social y solidaria o a empresas con balance del bien común. El 80% de empresas que se comprometen a realizar un balance social o del bien común a partir del año que viene. Y el 70% al resto de las PYMES, por ejemplo. Mientras que las grandes empresas que cotizan en bolsa no deberían recibir ninguna ayuda publicada diferente a la vez anterior, porque sus propietarios son suficientemente adinerados como para ayudarlas. Y se podría, incluso, coaccionar por leyes que los accionistas estén obligados a ayudar a las empresas grandes si éstas lo necesitaran.

Segundo. Salvar primero a las personas y no a las empresas. Y en España tenéis un debate muy interesante sobre el ingreso mínimo vital (IMV). No conozco los criterios exactos, pero me han dicho que no llega a ser una renta básica incondicional. Y esa es mi propuesta, que debe introducirse una renta básica incondicional, por ejemplo, del orden de mil euros netos al mes para todas las personas, de la más pobre a la más rica, a todas. Luego se puede crear un régimen muy progresivo de fiscalización de estos ingresos, tanto del ingreso incondicional como el ingreso por trabajo remunerado y, por supuesto, también ingresos que son rentas del capital. Todo eso se uniría a un ingreso global y el ingreso global se grabaría de forma progresiva, bueno con una distancia segura del salario mínimo, por ejemplo 1500 euros. También propongo un salario mínimo elevado para estas personas que están haciendo tanto para la sociedad, por ejemplo, en el sector de la salud, pero también la llamada care economy, todos los trabajos del cuidado, desde los niños hasta los moribundos que yo creo que son los trabajos más valiosos para la sociedad.

Y, finalmente, para realmente poner un techo a la desigualdad, deberíamos también definir un ingreso máximo, que debe ser un múltiple máximo del salario mínimo. Mi preferencia personal es el factor 10, es decir seguirá habiendo desigualdad, pero los ingresos máximos no superarán 10 veces el salario mínimo.

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