Frenazo en seco y un largo período de ¿reflexión?
Desde luego que la pandemia ha hecho visibles a los grandes invisibles de nuestra vida cotidiana y ha dejado a la vista las costuras más débiles y el verdadero entramado que hay detrás de todo el sistema.
Como docente el día 13 de marzo de 2020 fue uno de los días más extraños de mi trayectoria dentro de las aulas. Explicar a adolescentes incrédulos lo que yo no alcanzaba ni a entender y mucho menos a valorar. Eso sí, la sensación que tenía en mi interior era única: me da que no volvemos hasta septiembre.
A partir de ahí se nos propusieron soluciones más o menos improvisadas. Las administraciones hicieron un esfuerzo por tratar de normalizar al máximo una situación de por sí anormal. Y el calendario seguía corriendo.
De repente invadimos las casas con nuestra presencia online y se nos inundaron las horas del día y el calendario: conexiones, correos, consultas, mensajes en las redes. Por supuesto apareció la casuística: conexiones fantasma, redes que se caían, dificultades de conexión, trabajos enviados como fotografías ilegibles y un largo etcétera que llena las páginas de anécdotas de cualquier profesor o maestro.
Que la educación debe ser presencial creo que ha quedado más que evidenciado en estos últimos meses. Corremos el peligro de deshumanizar el proceso de maduración de nuestros niños y adolescentes. También nos ha quedado muy claro que los medios tecnológicos son, o pueden ser, excelentes herramientas de apoyo pero nunca sustituirán la labor fundamental y humana de una maestra, de un profesor, de un educador.
Maestros y profesores, alumnas y alumnos , padres y madres poco o mal preparados para el uso habitual de las nuevas tecnologías como aula. Lo que ha salvado el curso ha sido el silencioso saber hacer lee muchos profesionales y la buena voluntad de todos y cada uno de los protagonistas del proceso educativo.
nos ha quedado muy claro que los medios tecnológicos son, o pueden ser, excelentes herramientas de apoyo pero nunca sustituirán la labor fundamental y humana de una maestra, de un profesor, de un educador.
Errores vamos a seguir cometiendo, eso está claro. Pero lo que creemos que no se puede permitir es la utilización y la mercantilización de algo tan esencial para nuestra sociedad como es la educación. Muchos retos antes invisibles se han hecho visibles. A.F.R.
«El que abre la puerta de una escuela, cierra una prisión.» Victor Hugo
El reto educativo
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