pero nadie haca nada, los compañeros tampoco hacen nada, muchos se ríen y eso hace que mis acosadoras se crezcan aún más.
Pero ahora todo ha cambiado, gracias a esto del virus vuelvo a ser feliz, soy feliz porque ya no tengo que ir a clase, y sé que ya no van a escupirme, ni a pegarme, ni a empujarme por los pasillos... estoy en casa y soy feliz, por primera vez en mucho tiempo me levanto por las mañanas sin miedo, feliz, sabiendo que no voy a salir de casa.
Al principio de todo esto aún me llegaban muchos insultos por móvil, pero hasta eso ha ido desapareciendo con los días, creo que ya se han cansado.Solo era decirte que me ha encantado el libro y que has reflejado muy bien cómo nos sentimos y también has reflejado muy bien a los que miran lo que pasa y no hacen nada.
Sé que no es justo lo que voy a decir pero es lo que pienso, por mí que este virus siga mucho tiempo más, porque ahora soy feliz. De momento sé que hasta septiembre no voy a tener miedo.
Gracias por leer mi carta”.
Los últimos meses han sido días y semanas de poner el foco sobre muchos de los invisibles de nuestra sociedad.
El dos de mayo se celebra el día internacional contra el Bullying y una historia sangrante publicada por Eloy Moreno en sus redes sociales nos ha hecho que acercarnos al autor y al contenido de este libro que, sin ser reciente, creemos que es de gran actualidad.
"2 de mayo, día internacional contra el BULLYING quiero compartir con vosotros uno de los emails más duros que he recibido en mi vida. Me llegó hace un mes y cuando lo leí... en fin... os animo a compartirlo para que haga reflexionar a muchas personas, tanto adultos como adolescentes.
"Hola, Eloy, acabo de terminar tu libro Invisible y sigo llorando. Me he dado cuenta de que no estoy sola, de que fuera hay más personas que están pasando lo mismo que yo, gracias por escribir un libro así que habla los que somos invisibles para mucha gente.
En mi caso muchos profesores lo saben y no hacen nada, simplemente si ven que se meten conmigo simplemente si ven que se meten conmigo les dicen que paren y ya está,
Sugerencia literaria
213