Revista de Medicina Veterinaria e Investigación Revista Medicina Veterinaria e Investigación N°2 | Page 13

conocido por su alta prevalencia de cisticercosis, pudiendo ser esta la causa que explicaría la prevalencia elevada de cestodos obtenida en este estudio. Clase Sporozoa Isospora spp. Isospora spp., fue el único protozoo que se encontró con una prevalencia de 9,9%. Este resultado se acerca bastante a lo obtenido en la isla Robinson Crusoe, que presentó un 15% (González-Acuña et al. 2010), y está por sobre los resultados que describieron Sandoval (2003) y Olivares (2014), con 6,6% y 6,8% respectivamente. Armstrong et al. (2011) revelan un 4,4% de prevalencia para Isospora spp., y Luzio et al. (2015) 0,4%. En Latinoamérica los porcentajes también presentan grandes oscilaciones, por ejemplo, en Perú se demostró una prevalencia de 16,2% (Huamán 2016), y en Argentina un 5,5% (Milano y Oscherov 2002). Los bajos porcentajes a nivel de país podría deberse a que muchas veces los ooquistes no son percibidos o bien identificados, debido a su pequeño tamaño, lo cual ha sido observado también por Sandoval (2003). En los casos de alto porcentaje, se puede explicar con la deficiente desparasitación que se realiza, ya que se desparasitan los animales con medicamentos de acción antihelmíntica de escaso o nulo potencial de eliminación de protozoos, lo que concuerda con lo establecido por López et al. (2006). Otro factor alterante de resultados será el método de recolección de muestras. Los parásitos del género Sporozoa pueden presentar periodos de inactividad en que no existe, o es muy baja, la liberación de huevos al medio ambiente, por lo que se recomienda recolectar muestras fecales seriadas para asegurar una correcta representación (Bowman et al. 2006). Implicancias para la conservación de Zorro de Darwin Hasta la fecha, existen sólo dos estudios publicados que hacen referencia a la presencia de parásitos en el zorro de Darwin, mediante el examen coprológico. Jiménez et al. (2012) examinó 189 heces en la Isla de Chiloé en busca de formas parasitarias mediante la técnica de flotación en azúcar. El resultado fue de 21,2% de muestras positivas a 10 endoparásitos diferentes (nematodos, cestodos y protozoos) donde los parásitos con mayor prevalencia fueron de la clase Nematoda. Las tasas de infección con estos parásitos se correlacionaron mejor con la abundancia de perros en los sitios, que con otras variables como el número de personas por casa. Contreras (2012) también realizó un catastro de la prevalencia parasitaria en el Zorro de Darwin en la Isla de Chiloé. Examinó 43 muestras fecales mediante la técnica de Teucher, en dónde 58% resultó positivo a alguna forma parasitaria. Esta gran diferencia puede deberse al tipo de técnica utilizada, porque la flotación en azúcar es menos sensible a cierto tipo de huevos, principalmente de trematodos (Bowman et al. 2006). Otra razón que podría explicar la gran diferencia de resultados es la época del año en que se realizó la recolección de muestras, ya que la prevalencia de endoparásitos puede oscilar hasta en un 40% en el transcurso de las estaciones del año (Jiménez et al. 2012). Las prevalencias parasitarias encontradas en zorro de Darwin se encuentran muy por debajo de las obtenidas en nuestros análisis y esto podría deberse principalmente a que la dieta de los perros de zonas rurales es muy deficiente, por lo que se ven obligados a salir a cazar tanto animales de abasto, como silvestres, ayudando así a completar los ciclos parasitarios y aumentando el campo de dispersión de estos (Sepúlveda et al. 2014). Por otra parte, la dieta del zorro de Darwin está compuesta en su mayoría por pequeños mamíferos, sobre todo roedores, reptiles, insectos y anfibios, y hasta crustáceos marinos en algunas localidades costeras. Diversas descripciones de la alimentación del zorro chilote apuntan a que, dentro de los parques nacionales, la diversidad en la dieta es mucho mayor, siendo capaz de alimentarse de materia vegetal, como semillas, hojas y frutos. (Jiménez et al. 1990; Rau y Jimenez, 2002). La naturaleza alimenticia que poseen desarrolla la coocurrencia que se describe entre estas dos especies produciendo la contaminación parasitaria en territorios que deben ser compartidos para transitar (Silva-Rodriguez et al. 2010). Todas las formas parasitarias encontradas en zorro de Darwin son las mismas que las descritas en nuestro país como fauna parasitaria de perros domésticos a lo largo de la historia evidenciando un posible contagio entre estas especies producto que los perros cada vez más circulan por zonas naturales debido a la función que cumplen los perros en las zonas rurales. Esto sin duda implica una amenaza para la conservación del zorro de Darwin. Este estudio permitirá dar una idea sobre la fauna parasitaria presente en los cánidos domésticos que viven en coocurrencia con el zorro de Darwin, en la Cordillera de Nahuelbuta, y abrirá una senda en la 12