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Comunidades educativas Reflexionemos
La palabra emoji fue la más utilizada en el mundo
en el año de 2015 y no solamente la palabra, sino el
símbolo más utilizado en todo el planeta fue el de la
carita con lágrimas de risa, ciertamente está en el
tope de nuestras acciones insertar un ideograma en
medio de nuestras conversaciones. Son inofensivos,
simpáticos, lindos, prácticos… ¡pero también son un
retroceso a nuestra escritura. Veamos en qué se fun-
damenta esta aseveración!
En el año 3000 A.C. nuestros cavernícolas ante-
pasados estaban intentando trascender con el uso
de la escritura, al inicio lo hicieron con un cincel y
una piedra, marcando runas: la escritura cuneifor-
me apareció dejando una huella fascinante, hubo
egipcios jeroglíficos, chinos ideogramas o la llamada
escritura cursiva de los romanos…
Todo lo anterior a favor de la comunicación, de la
trascendencia, de las expresión de las emociones…
en cambio… aparecen en tu móvil caritas, más sen-
cillas que los más de Hiraganas japoneses que al ser
presionadas por tu dedo índice marcan “felicidad” o
aquella que lleva corazones en los ojos que al pare-
cer expresa “enamoramiento” o una y varias caritas
que tienen la expresión triste o con lágrimas en ma-
yor o menor medida y que son una buena trampa
para expresarnos. Y las hay de mayor o menor risa,
y si pones muchas de risa puede ser que estés de
carcajada, al menos en la pantalla.
Este mundo que va de prisa nos evita encontrar una
buena expresión para decir el verdadero mensaje de
“Yo te apoyo”, en lugar de manita arriba o un “Te
quiero” o de “Me siento triste, necesito de tu ayu-
da”. De la misma manera nos evitan encontrar las
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palabras adecuadas para formular coherentemente
la idea que tenemos en mente y no está de más re-
cordar que “Pensamos con palabras”, no con emojis,
que “Nuestro vocabulario condiciona nuestra forma
de pensar” ¿Te imaginas?
“El tamaño de tu universo es del tamaño de tu len-
guaje” y si esto fuera cierto y nos comunicamos por
medio de emojis ¿qué pequeño mundo dejaremos a
nuestros hijos? ¿Qué capacidad verbal de expresar
emociones heredaremos a las futuras generaciones?
Te propongo una solución. La próxima vez que tex-
tees será mejor que acompañes tu emoji con una
frase. Por ejemplo junto al de popo con ojos, puedes
agregar además algo así como “Me desagrada tu co-
mentario” o junto al dibujito de asombro, una frase
que diga “Oh, no me lo esperaba” o acompaña a las
manitas que aplauden con un “Te felicito, eres lo
máximo” Los demás agradecerán tu comunicación y
el detalle de no solo poner caritas al responder por
compromiso.
Dice el gran Víctor Hugo que “No hay nada más po-
deroso que una idea a la que le ha llegado su tiempo”
¡Pues a preservar el idioma que es tarea de todos, a
buscar palabras adecuadas para expresar nuestras
emociones, y a heredar las ideas mejores a los que
vienen!
Construimos nuestros sueños palabra a palabra, el
lenguaje afecta la vida propia y de los que contigo
conviven, las palabras te abren caminos, forjan tu
personalidad, te dan fuerza y autonomía emocional
así que practica tus habilidades lingüísticas y com-
parte con los demás ideas, palabras y puede ser que
también…“emojis”.