FAMILIA
Nuestros hijos, al convivir con nosotros, se ven permeados por nuestra forma de ser. Queramos o no, los progenitores determinamos en gran medida el destino de nuestros hijos, porque ellos van a reflejar los valores con los que fueron criados, las costumbres que aprendieron y el sentido de seguridad que les dimos.
Esta influencia puede impactar y determinar generaciones posteriores como un juego de dominó. La influencia que tengamos en la vida de nuestros hijos puede ser positiva o negativa, dependiendo de la relación que construyamos. Nuestra influencia como padres es positiva, en tanto desarrollemos relaciones significativas con nuestros hijos. Sabemos que somos buenos padres cuando otorgamos un alto sentido de pertenencia y les ayudamos a construir una fuerte identidad. Una influencia negativa, en cambio, está delineada por otros factores, como una figura paterna o materna ausente, distante, agresiva o que asume una simple posición de autoridad sin una relación significativa ni íntima.
Le comparto algunos hábitos que caracterizan a un buen padre o una buena madre: Exprese amor. Jamás suponga que ellos saben que usted los ama. Inspire dignidad y respeto. La forma en la que usted trata a su hijo determina la manera en la que él espera ser tratado por otros. Por eso, trátelo con dignidad y respeto. Provea seguridad en las relaciones familiares. Si mostramos amor incondicional, tendrán la seguridad de seguir siendo amados a pesar de los errores o las circunstancias que enfrentarán al crecer.
Brinde ánimo y reconocimiento. Les ayuda a sobreponerse a la adversidad con valentía. Todos necesitamos afirmación; sobre todo de las personas que más admiramos y amamos. Escuche activamente. Trate de enfocarse en lo que dicen, conéctese con los sentimientos que expresan y valide lo que sienten y piensan; esto les inspira confianza y fortalece su amor propio. Enseñe sobre el respeto que merecen recibir y que deben dar a otros. Esto permite que expresen sus sentimientos, pensamientos y opiniones libremente, entendiendo que merecen respeto, tolerancia y buen trato de otros; así como ellos deben tenerlo con los demás. Enseñe normas de sana convivencia. Como padres estamos invirtiendo en el futuro de nuestros hijos, pues un comportamiento educado y gentil siempre es apreciado y valorado. Programen vacaciones y días de descanso. Esto genera gratos recuerdos y momentos memorables para todos. Establezcan tradiciones familiares. Estas son fuente de identidad y fortaleza contra agentes externos dañinos. Otorgue sentido de pertenencia. Las personas sufren cuando se sienten aisladas, excluidas o sienten que no pertenecen a un grupo de apoyo que los proteja o con el que se identifiquen. Somos el resultado de la influencia que tuvieron en nuestras vidas las personas más importantes para nosotros y, en la vida de los niños, nadie tiene más influencia que nosotros sus padres.
-Sixto Porras- Enfoque a la Familia
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* Sixto Porras. Director Regional de Enfoque a la Familia. Autor de los libros: « Amor, Sexo y Noviazgo », « De Regreso a Casa », « Hijos Exitosos » y « El Lenguaje del Perdón ». Coautor de: « Traigamos a los pródigos de regreso al hogar » y « Meditaciones en Familia ». Esposo de Helen, y padre de Daniel y Esteban. Su pasión es ayudar a las familias a mejorar.