ADORACIÓN
saborear lo que vemos de Dios
¿Está de acuerdo con que la esencia central de la
adoración es saborear la gloria de Dios en Cristo, o
estar satisfecho con todo lo que Dios es para usted en
Jesús? ¿O es esto demasiado subjetivo? Fíjese bien
que uso la palabra esencia, no totalidad. No digo que
saborear lo que vemos de Dios sea la totalidad de la
adoración, sino la esencia, sin lo cual la adoración es
vana [Mt. 15:8-9].
La esencia de la adoración es experimentar a Cristo
como una ganancia mayor que todo lo que la vida
puede ofrecer. Y a esto es a lo que me refiero con las
palabras saborear a Cristo, atesorar a Cristo, estar
satisfecho con Cristo. Esta es la esencia interna de la
adoración. Porque, como dice Pablo, experimentar a
Cristo como ganancia, como una satisfacción mayor
en la muerte, es la forma como Cristo es magnificado
en la muerte.
Me encanta resumir lo que yo denomino
«hedonismo cristiano» con la frase «Dios se
glorifica más en nosotros cuando hallamos en Él
la satisfacción suprema».
Si usted se pregunta de dónde saqué esa frase,
la respuesta es aquí
mismo en [Filipenses
1:20-21].Cristo
es
magnificado
en
mi
muerte,
cuando
en
mi muerte yo estoy
20 iglesia
satisfecho en Él, cuando experimento la muerte como
ganancia porque lo gano a Él. O, dicho de otra manera,
la esencia de alabar a Cristo consiste en estimar a
Cristo. Cristo será alabado en mi muerte, si en mi
muerte Él es estimado más que la vida. La esencia
interna de la adoración es estimar a Cristo, atesorarlo,
valorarlo, encontrar la plena satisfacción en Él.
Un solo propósito fundamental ha dado lugar a la
existencia, la lectura y la predicación de las Escrituras
cristianas. El propósito es que el valor y la belleza
infinitos de Dios sean exaltados en la eterna y ferviente
adoración de la esposa de Cristo, comprada por su
sangre, de cada pueblo, lengua, tribu y nación.
Dios ha determinado que hasta el logro de su
propósito final, que es la adoración ferviente en las
asambleas de su pueblo, no cesarán sobre la tierra los
sacrificios cotidianos de amor, los deleites eternos de
la era venidera, la lectura sobrenatural de la Biblia y la
predicación de su realidad por medio del Espíritu. El
propósito de Dios sobre la tierra avanzará por medio
de iglesias saturadas de Biblia y centradas en Dios
que exaltan a Cristo, donde la solemnidad y la dicha
de la adoración eterna se estimulan y se practican
semanalmente en la
presencia y el poder de
la exultación expositiva.
Tomado del libro
Exultación expositiva de
John Piper, publicado por
Editorial Portavoz.