A
miga, ¿te has dado cuenta de las
cosas que hoy tienen demasiada
atención en nuestra vida?
¿Aún no? Son muy simples, aunque
muchas veces creemos que no lo son,
incluso nos llegan a generar conflictos
con los seres que amamos. Hablo de ropa,
maquillaje, zapatos, gadgets, tecnología
e incluso hábitos y comportamientos.
Si ponemos un poco de atención
y miramos a nuestro alrededor
seguramente podrás notar un sin número
de mujeres jóvenes y adultas, e incluso
niñas súper maquilladas, con ropa de
moda y actitudes que incluso pueden
pasar de femeninas a sugerentes.
Pareciera que cada acera en la ciudad se
ha convertido en una pasarela de moda,
maquillaje y tecnología.
Todo mundo se queja por la indiferencia
que experimentamos al interactuar con
las personas, vemos como se inmutan
ante la violencia, la mentira y el dolor.
Incluso el morbo parece ser el motor de
nuestra atención.
Creo que las nuevas generaciones
han crecido indiferentes a la
responsabilidad moral que
cada individuo debe tener de
manera inherente.
Creo que cada persona ha olvidado
su rol y función en la sociedad, quizá
han olvidado los principios que hacían
funcionar nuestro mundo.
Creo que hemos permitido que se nos
trate como objetos por la ignorancia
de nuestro valor, por creer que el mundo
define lo que somos, lo que hacemos
y como lo hacemos. Por las ideas de
libertinaje espiritual, moral y físico,
donde lo único que importa es nuestra
satisfacción momentánea.
Creo que las mujeres hemos olvidado
nuestro rol, las características que nos
hacen únicas e irrepetibles. Creo que
somos más que apariencias, más que
maquillaje o un cuerpo perfecto según
los estándares de los medios.
Creo que nuestra identidad está
fundamentada en algo que es eterno
pero que muchas veces está oculto por
ideas y emociones fugaces de la cultura
y que solo a la luz de la gracia divina
podremos entender.
Quiero compartirte más de lo que
tú eres, de lo que yo soy, más
de ese plan perfecto
diseñado para
nosotras.
H ermosa a los ojos de D ios
de editorial Patmos es
la lectura recomendada.
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