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reo que no existe mujer en todo el mundo que
en su infancia no haya imaginado su futuro.
Desde pequeñas cada mujer tuvo sueños, una
historia perfecta en la cual era el centro de
atención de su familia o príncipe anhelado.
Avanzada la edad comenzamos a planear cada
etapa para alcanzar nuestros objetivos; la escuela
secundaria, después el bachillerato, seguido de la
carrera profesional para culminar con la descripción
detallada del prospecto a esposo.
Si te he llevado a recordar el pasado te invito a que no
lo hagas con nostalgia. Quiero que imagines lo que hoy
puedes soñar e ir por ello.
Sin duda cada vez que avanzamos por las etapas de la
vida nuestros sueños y planes van sufriendo pequeños
ajustes, digamos que se vuelven un poco más realistas.
Cada ajuste al plan original en el pasado siempre fue
basado en nuestra realidad y contexto. Los planes sobre
los estudios e incluso el círculo de amigas o la relación
con nuestros familiares cambiaron y no de la forma que
esperábamos, pero de eso se trata la vida.
¿Alguna vez has pensado? «Ojalá que todo se quede
así para siempre, este momento es tan perfecto
que debería ser eterno» Si es así, bienvenida al club.
Si nuestro deseo se cumpliese no podríamos seguir
aprendiendo o desarrollando nuestros talentos y creo
que eso sí sería trágico, estaríamos incompletas siempre.
Como un capullo de oruga a medio proceso.
Hoy encuentro a muchas mujeres quejándose del diseño
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