Revista Corposano CORPOSANO MAYO2013 | Page 52

Por Guido Lozano
Hace algún tiempo encontré un individuo con más o menos setenta años encima y digo encima, porque parece como si se cargaran, por lo menos eso decía este hombre. Él levantaba los brazos al cielo, y yo me le quede viendo, porque la operación se repetía una y otra vez, en una serie que parecía interminable, levantaba los brazos y los bajaba cerca de las piernas. Cuando me acerque a preguntarle que hacía, me contesto:“ Me estoy dando cuerda” ¿ Cómo es eso? ¿ Es usted un reloj?- eso, es eso, soy un reloj de cuerda al que cada mañana es necesario enroscar varias veces para caminar el resto del día. Por favor explíqueme un poco más esto de la cuerda y entonces me dijo:- Mire se lo diré de esta manera, Cuando se llega a mi edad es porque desde ya hace muchísimos años me percate de que necesitaba hacer algo de ejercicio todos los días, antes de empezar ninguna otra actividad. Esta rutina me ha llevado a cumplir ochenta y nueve años y cumpliré los noventa en unos días más. Bueno le confesaré, al cumplir los veinticinco inicié mis actividades haciendo más de una hora de buen ejercicio por día. Con el paso del tiempo y sin detenerme ni un solo día, he venido disminuyendo, primero cuando cumplí cincuenta, pues ahí le baje hasta treinta minutos, la siguiente reducción, fue cuando llegue a mi cumpleaños setenta, ahí llegue a sólo 25, bueno y para no hacerlo más largo lo he reducido hasta estos ejercicios que repito cada día moviendo mis pies y mis piernas, mis brazos y mis manos. En fin que si algún día por verdadera enfermedad no me doy cuerda, al otro día tengo que redoblar mis movimientos para volver a enrolarme con la vida.
Ahora que ya sabe usted mi secreto, déjeme decirle. Que he comido, bebido y todo lo demás, como Dios manda, sin privarme de nada, nunca he dejado ningún antojo, eso sí siempre sin ningún exceso, nada de estimulantes, ni drogas de ninguna clase. Hasta aquí, con esta anécdota que ahora les participo, pero créanlo o no este personaje que se da cuerda todos los días para caminar, hoy habrá cumplido los noventa, pero su figura a no ser por sus arrugas, es el de una persona que no representa más de sesenta. Yo cumplo con mi invitación de que empiecen a“ darse cuerda” lo más pronto posible en su vida, y no se arrepentirán.

Por un excelente CORPOSANO hasta la próxima.

Su amigo, Guido Losano

Haz
click aquí para contactarme. guidogarreti @ yahoo. com
52 revistacorposano. com facebook. com / RevistaCorpoSano