y más del 85% de sus asociados también.
Esto habla de una participación
combinada de más del 75% de los
abogados de estas firmas. El instituto
reporta también que para 2018, las
128 firmas de abogados encuestadas
registraron más de 3.4 millones de
horas en este servicio. Esto significa,
aproximadamente, unas 64.27 horas
anuales de servicios por abogado. Lo
cual, representa un estimado de 3.8%
del total de las horas facturadas a todos
sus clientes.
El mínimo histórico desde 1998 fue en
el año 2000 con 2.5% del total de horas
y, en la última década, ha oscilado
entre 3.4% y 4.0% del total de las horas
facturadas. El 59% de las firmas en
2018 cumplieron con una meta del 3%
de sus horas y el 50% cumplieron con
una meta del 5%. En síntesis, esta práctica
es una actividad estable y constante
entre firmas de abogados en los
Estados Unidos de América.
entre firmas de abogados en México y, además,
beneficia a la sociedad con una práctica vigente.
Por ejemplo, recientemente con el apoyo de
otras asociaciones, la comunidad jurídica y varias
firmas de abogados publicaron la “Guía de
Orientación Jurídica por Afectaciones Derivadas
del Covid-19” 1 .
Muchas empresas estamos certificándonos en
responsabilidad o impacto social, sin embargo,
creo que no es suficiente. Especialmente en este
contexto de pandemia y crisis que estamos
viviendo. Se requiere una renovada, tangible
y genuina responsabilidad social y, para esto,
comprometerse a realizar actividades Pro Bono
es una de las mejores maneras de hacerlo.
Fuera de la profesión de la abogacía, es extremadamente
raro encontrar estas prácticas activas,
constantes y comprometidas; hay que reconocer
que esto no es una práctica que solamente debieran
hacer los abogados. Todos los consultores
tenemos mucho que hacer, enseñar y compartir,
de forma voluntaria, sin retribución económica,
por el beneficio de nuestra sociedad.
Su práctica en México
En nuestro país, el Centro Mexicano
Pro Bono es una asociación sin fines
de lucro, que se dedica a gestionar y
administrar la labor de esta práctica
en México, entendida como asesorías,
capacitación y representación legal
en juicios de forma gratuita, a organizaciones
de la sociedad civil, emprendedores
sociales y micro emprendedores.
Es muy loable la iniciativa de esta asociación
que activamente promueve
una mayor conciencia de la práctica
En mi opinión, no es necesario buscar o crear
una asociación civil para iniciar estas prácticas.
Consultores de todas las materias deberíamos iniciar
apoyando en lo que más nos gusta, nos preocupa,
se nos facilita o tenemos cerca. El reto es
empezar a ayudar activamente. Es una responsabilidad
y obligación profesional. Adoptar una
actividad Pro Bono debería ser una oportunidad
para transformar la práctica de los consultores,
una oportunidad para realizarse plenamente, un
compromiso, algo así como el juramento hipocrático
que hacen los médicos:
www.revistaconsultoria.com.mx 17