Revista CONSCIENTES Nº2 Revista Conciencia N2 final | Page 24
La fe del ciego
que encendió
la fogata.
Por Basil Slobodan.
Siempre me resultó llamativo el brillo de
aquello que desconozco. Estaba enterrado
en la tierra, estaba en el aire cuando llovía.
Aquella luz aparecía por un instante, y luego
comenzaba la luz de noche o el calor cuando
hacía frío. Avanzaba por dónde quería,
cesaba cuando quería. ¿Qué era? Pregunta
curiosa, que me hacía en todo momento.
Cuando estuve preparado, decidí acercarme,
saber qué es. Salir de la caverna y
encontrar la respuesta. Cuando finalmesnte
apareció, el miedo también. Fue la lucha
entre la duda de no saber y querer saber.
El fuego había terminado. El día y la noche
pasaban y yo seguía sin regresar a la
caverna. Los de la tribu que comenzaron
a preocuparse, se acercaron a mi destino.
Me encontraron y, me llevaron a la
caverna. Con algunas quemaduras en
los ojos, me curaron como pudieron. La
compañía, el cuidado y esencialmente el
amor de los otros, hizo de las heridas la
mayor virtud: aprendí a dominar el fuego.