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Los perros y gatos son una excelente compañía para cualquier tipo de persona, pero en los
que padecen Alzheimer pueden ser de gran ayuda ya que generan una serie de
sensaciones el en sujeto que ayudan a mitigar sentimientos de soledad, les ayudan a
relacionarse y a evitar l depresión.
El Alzheimer representa la demencia degenerativa y cortical, frecuente en la población, afectando
directamente de manera progresiva e irreversible funciones cerebrales superiores, como pérdida de
memoria, perdida de lenguaje y la capacidad de razonamiento. Este tipo de demencia es común en
abuelitos entre 60 a 80 años, aunque se pueden presentar variaciones en este rango.
La convivencia con perros y gatos para las personas que padecen Alzheimer puede llegar a ser muy
positiva debido a que ayudan mejorar la calidad de vida, la atención y la comunicación, generando
bienestar para los ancianos.
Aunque este tipo de demencia afecte principalmente procesos de memoria es importante resaltar que
cuando se cuenta con la compañía de un perro o de un gato, este tipo de personas suelen no olvidar
aspectos propios del animal o los momentos compartidos con el mismo, al igual que les genera cierto
grado de responsabilidad con la mascota al tener que bañarlos, alimentarlos, pasearlos, entre otras,
haciéndoles sentir útiles y activos.
Otro aspecto importante es que ayudan a mejorar la motricidad fina al tener que realizar actividades
sencillas como, cepillado de dientes del animal o puesta del collar.