Revista Científica Quantos Octubre 2020 | Page 15

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Del otro lado tenemos a occidente, pero más precisamente nos vamos a referir a la antípoda del dragón rojo: Estados Unidos. Abanderado de las libertades individuales y el ser libertario, también experimento un gran crecimiento económico debido a su rápida industrialización y el papel que desempeñó en la economía de la posguerra como potencia hegemónica. Como consecuencia se generó El Sueño Americano, lo cual consiste en unos estándares de vida que se podían alcanzar por parte de los migrantes al trabajar en Norteamérica. Todo esto acompañado de libertad económica, poca intervención del estado y bancos omnipotentes. Esto tiene aspectos positivos como un aumento generalizado del ingreso per cápita y un desarrollo humanístico y tecnológico bastante bueno. Sin embargo, las dinámicas de reducir los ingresos a toda costa para aumentar los beneficios llevaron a las grandes compañías a llevar su producción a países con menor índice de desarrollo humano (IDH) y por tanto mano de obra más económica, entre estos China. Tales movimientos propiciaron que el mundo entero dependa fuertemente de la producción china, así como la de varios países asiáticos como India en la industria farmacéutica y Bangladesh en el sector textil. Entonces es preciso preguntarse ¿por qué Estados Unidos, un país con un desarrollo general más fuerte hasta ahora que China ha sido golpeado tan duramente por la pandemia, teniendo este el beneficio del tiempo y los medios necesarios para sobrellevar económicamente la crisis? La respuesta radica en su modelo económico y político.

Para los estadounidenses, el consumismo hace parte de su vida desde hace mucho tiempo. Según la BBC, están tan acostumbrados a gastar que su índice de ahorro es del 1,5%, comparado con el 15% de países con condiciones similares como lo es Japón. Ejemplo de ello es el famoso Black Friday, un día al año dónde las tiendas bajan sus precios y la gente irrumpe en masa en los establecimientos comerciales a gastar hasta el último centavo en regalos de navidad. Partiendo de esto, con todos los reportes preliminares de la pandemia, el presidente Donald Trump, en sus polémicas declaraciones, ha dicho de todo para quitarle importancia: que China colaboró a expandir la pandemia, que la OMS conspira con Pekín, que el COVID se puede combatir bebiendo jabón, etc. En plena expansión del virus se registraron actividades normales en la playa, los complejos turísticos planean su reapertura e inclusive se presenció un estallido social en la defensa de los derechos de la comunidad afroamericana a raíz del asesinato de George Floyd. Viendo este panorama se puede esperar que las muertes sean altísimas en este país y el panorama económico es aún más desolador, con cifras de desempleo que pasan de un 3 a un 14% en 30 días. ¿Estamos al frente de una nueva recesión, quizá de la misma magnitud que el Crack de 1929?

Mucho teorizan acerca de si China saldrá bien librado o si la potencia del norte logrará levantarse con la misma fuerza. Lo que sí queda claro es como la globalización económica, entendida como la dependencia de las cadenas de suministro y el consumo prácticamente ilimitado, está perdiendo la batalla frente a las economías planificadas. Precisamente estos países donde se controla el mercado o donde las medidas son muy fuertes y se cumplen a rajatabla son los que mejores números tienen por ahora. Un último ejemplo es Taiwán, que prohibió la exportación de sus insumos médicos, garantizó mascarillas a toda su población y cuenta con 23 millones de habitantes aprox., hasta ahora solo ha reportado 448 casos y un total de 7 muertes a pocos kilómetros de Asia continental. Todo esto sin aislamiento, pero con protocolos bien establecidos y ejecutados. La ineficiencia de los poderes democráticos queda al desnudo. No por los mismos mecanismos (más lentos y transparentes) del modelo político sino gracias al clientelismo del estado, donde las organizaciones económicas han infiltrado para defender sus intereses (véase la medida del día sin IVA en Colombia, cuyas consecuencias no las podemos medir todavía, pero causaron grandes aglomeraciones, todo para “reactivar el comercio”) a costa de la salud de la población. Sin embargo, el modelo planificado carga una consecuencia y es que abre la puerta al autoritarismo, que es algo que destruye a una sociedad o la termina adoctrinando. Es hora de repensar los modelos de las grandes corporaciones que controlan las decisiones de todos, y de los gobiernos omnipotentes que violan los derechos fundamentales. Es hora de ser más justos, y no poner el capital por encima de la vida.

Bibliografía:

• https://www.bbc.com/mundo/noticias/2012/08/120827_economia_eeuu_cambio_consumo_np.shtml

• https://news.un.org/es/story/2020/06/1475912

• https://www.clarin.com/mundo/donald-trump-sugiere-china-contribuyo-expandir-coronavirus-intencionadamente-desestabilizar-economia_0_jewM87Wbw.html

• https://www.dw.com/es/multitudes-desaf%C3%ADan-pandemia-en-playas-de-estados-unidos/a-53554807

• https://www.arcgis.com/apps/opsdashboard/index.html#/bda7594740fd40299423467b48e9ecf6

• Datos estadísticos y poblacionales del US Census Bureau, la WHO y la universidad Johns Hopkins

Alejandro Castillo Ardila

Del otro lado tenemos a occidente, pero más precisamente nos vamos a referir a la antípoda del dragón rojo: Estados Unidos. Abanderado de las libertades individuales y el ser libertario, también experimento un gran crecimiento económico debido a su rápida industrialización y el papel que desempeñó en la economía de la posguerra como potencia hegemónica. Como consecuencia se generó El Sueño Americano, lo cual consiste en unos estándares de vida que se podían alcanzar por parte de los migrantes al trabajar en Norteamérica. Todo esto acompañado de libertad económica, poca intervención del estado y bancos omnipotentes. Esto tiene aspectos positivos como un aumento generalizado del ingreso per cápita y un desarrollo humanístico y tecnológico bastante bueno. Sin embargo, las dinámicas de reducir los ingresos a toda costa para aumentar los beneficios llevaron a las grandes compañías a llevar su producción a países con menor índice de desarrollo humano (IDH) y por tanto mano de obra más económica, entre estos China. Tales movimientos propiciaron que el mundo entero dependa fuertemente de la producción china, así como la de varios países asiáticos como India en la industria farmacéutica y Bangladesh en el sector textil. Entonces es preciso preguntarse ¿por qué Estados Unidos, un país con un desarrollo general más fuerte hasta ahora que China ha sido golpeado tan duramente por la pandemia, teniendo este el beneficio del tiempo y los medios necesarios para sobrellevar económicamente la crisis? La respuesta radica en su modelo económico y político.

Para los estadounidenses, el consumismo hace parte de su vida desde hace mucho tiempo. Según la BBC, están tan acostumbrados a gastar que su índice de ahorro es del 1,5%, comparado con el 15% de países con condiciones similares como lo es Japón. Ejemplo de ello es el famoso Black Friday, un día al año dónde las tiendas bajan sus precios y la gente irrumpe en masa en los establecimientos comerciales a gastar hasta el último centavo en regalos de navidad. Partiendo de esto, con todos los reportes preliminares de la pandemia, el presidente Donald Trump, en sus polémicas declaraciones, ha dicho de todo para quitarle importancia: que China colaboró a expandir la pandemia, que la OMS conspira con Pekín, que el COVID se puede combatir bebiendo jabón, etc. En plena expansión del virus se registraron actividades normales en la playa, los complejos turísticos planean su reapertura e inclusive se presenció un estallido social en la defensa de los derechos de la comunidad afroamericana a raíz del asesinato de George Floyd. Viendo este panorama se puede esperar que las muertes sean altísimas en este país y el panorama económico es aún más desolador, con cifras de desempleo que pasan de un 3 a un 14% en 30 días. ¿Estamos al frente de una nueva recesión, quizá de la misma magnitud que el Crack de 1929?

Mucho teorizan acerca de si China saldrá bien librado o si la potencia del norte logrará levantarse con la misma fuerza. Lo que sí queda claro es como la globalización económica, entendida como la dependencia de las cadenas de suministro y el consumo prácticamente ilimitado, está perdiendo la batalla frente a las economías planificadas. Precisamente estos países donde se controla el mercado o donde las medidas son muy fuertes y se cumplen a rajatabla son los que mejores números tienen por ahora. Un último ejemplo es Taiwán, que prohibió la exportación de sus insumos médicos, garantizó mascarillas a toda su población y cuenta con 23 millones de habitantes aprox., hasta ahora solo ha reportado 448 casos y un total de 7 muertes a pocos kilómetros de Asia continental. Todo esto sin aislamiento, pero con protocolos bien establecidos y ejecutados. La ineficiencia de los poderes democráticos queda al desnudo. No por los mismos mecanismos (más lentos y transparentes) del modelo político sino gracias al clientelismo del estado, donde las organizaciones económicas han infiltrado para defender sus intereses (véase la medida del día sin IVA en Colombia, cuyas consecuencias no las podemos medir todavía, pero causaron grandes aglomeraciones, todo para “reactivar el comercio”) a costa de la salud de la población. Sin embargo, el modelo planificado carga una consecuencia y es que abre la puerta al autoritarismo, que es algo que destruye a una sociedad o la termina adoctrinando. Es hora de repensar los modelos de las grandes corporaciones que controlan las decisiones de todos, y de los gobiernos omnipotentes que violan los derechos fundamentales. Es hora de ser más justos, y no poner el capital por encima de la vida.

Bibliografía:

• https://www.bbc.com/mundo/noticias/2012/08/120827_economia_eeuu_cambio_consumo_np.shtml

• https://news.un.org/es/story/2020/06/1475912

• https://www.clarin.com/mundo/donald-trump-sugiere-china-contribuyo-expandir-coronavirus-intencionadamente-desestabilizar-economia_0_jewM87Wbw.html

• https://www.dw.com/es/multitudes-desaf%C3%ADan-pandemia-en-playas-de-estados-unidos/a-53554807

• https://www.arcgis.com/apps/opsdashboard/index.html#/bda7594740fd40299423467b48e9ecf6

• Datos estadísticos y poblacionales del US Census Bureau, la WHO y la universidad Johns Hopkins

Alejandro Castillo Ardila