El equilibrio se retoma con acciones creativas, de encuentro con el sí mismo y con los semejantes a través de la poesía, la música, la danza, la pintura y otras expresiones, mediante la comunicación, el diálogo y la reflexión constante. En esto, a pesar de la distancia social obligatoria, la tecnología —como herramienta para la creación— es muy útil, pues, a pesar de no poder desplazarnos, nos ayuda a mantenernos en contacto y compartir. La facultad creativa de los seres humanos permite expresar emociones, pasiones y anhelos de un mundo mejor. Así, paradójicamente, desde la adversidad nace la poesía, como desde el árido desierto brotan las flores; la mejor medicina para mantener en equilibrio la salud mental y el equilibrio espiritual.
En tiempos de crisis, la poesía, la música y las demás manifestaciones del arte, nos permiten recuperar nuestro equilibrio mental y nuestra armonía espiritual. Los tiempos de crisis sanitaria y social producida por un virus también afecta los ciclos ecológicos naturales: los peces vuelven a los ríos, a los canales; los animales a las calles de la ciudad; la atmósfera se despeja, el aire se limpia y la lluvia regresa. En sentido contrario, el confinamiento para evitar contagios produce estrés mental y alteración sicológica. Es una paradoja que mientras la ecología natural se restablece y sana, la ecología mental se resiente. ¿Cómo se establece un equilibrio entre la ecología natural y la ecología humana?
Reflexión