Revista Casapalabras N° 36 Casapalabras N° 36 | Page 90
Margarita Baum y Peter Musfeldt,
las checo-judías Gitti Neuman,
Katya y Tanya Kohn, Voroshílov
Basante, Pilar Bustos, Oswaldo
Cercado, Julio Cevallos, Hugo Ci-
fuentes, Fancisco Coello, Alberto
Coloma Silva, Theo Constante,
Rafael Díaz, Antonio del Campo,
Segundo Espinel, Estuardo Mal-
donado, Alfonso Mena Caamaño,
Humberto Moré, Luis Molinari,
Guillermo Muriel, Oswaldo Mo-
reno, Germán Pavón, Félix Arauz,
Manuel Rendón, León Ricaurte,
Jorge Swett, Enrique Tábara, Ata-
hualpa Villacrés, Jaime Villafuerte,
los escultores Luis Cornejo, Alfre-
do Palacio, César Bravomalo, Yela
Lofredo y Manuel Monard, los
grabadores Kurt Muller y Oswaldo
Rivadeneira. La lista es más extensa
y se completa con los nombres de
algunos participantes y ganadores
del Mariano Aguilera y otros que
canjearon el arte por la cátedra, lo
abandonaron o no trascendieron.
El mérito del Testimonio Plás-
tico radica en haber congregado
a muchos artistas procedentes de
distintos lugares del país, sobre
todo de Guayaquil, constituido
para entonces en el segundo centro
del arte ecuatoriano, gracias, entre
otros factores, a la labor de la Es-
cuela de Bellas Artes, fundada en
1941en esa ciudad.
Bajo la presidencia de Oswaldo
Guayasamín, la Casa de la Cultura
llevó adelante, en 1968, lo que qui-
so ser la Bienal de Quito, que no
pasó de ser la primera versión, pero
a la que se debe reconocer como el
único intento nacional hacia una
convocatoria americana. Hubo una
nutrida concurrencia y el gran pre-
mio fue para el paraguayo Carlos
Colombino, pero la anti-Bienal
urdida por el grupo VAN (Tába-
ra, Villacís, Muriel, Hugo Cifuen-
tes, entre los principales), también
contó con buena participación y la
novedad de una oposición contra la
Casa de la Cultura, que le granjeó
cabida en la prensa y simpatía entre
los sectores que sentían la necesidad
de renovar la plástica ecuatoriana,
hegemonizada durante más de tres
décadas por el realismo social.
Insistiendo en su visión lati-
noamericanista, la Casa, bajo la
misma presidencia, organizó en
1972 el Salón de la Independencia,
al que llegaron artistas de los paí-
ses de América, con excepción de
Uruguay, México y Guatemala. El
equipo ecuatoriano, escogido por
Guayasamín, José Alfredo Llere-
na y Claude Demarygni, agregado
cultural de Francia, no presentó
figuras muy notables, a no ser Aní-
bal Villacís, José Enrique Guerrero,
Gilberto Almeida, José Carreño,
Jaime Villa.
Los concursos del
Banco Central, las
prebienales y otros
En los años 1977, 1978 y 1979
se presentaron los concursos nacio-
nales de artes plásticas del Banco
Central, que ya llevaba un decenio
de aportar de modo significativo al
arte y la cultura, sobre todo a tra-
vés de sus museos y en especial el
de Arqueología. Los primeros pre-
mios se concedieron, en su orden,
a Oswaldo Viteri, Milton Barragán
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Litografía, Araceli Gilbert.