Revista Casapalabras N° 36 Casapalabras N° 36 | Page 72
Unicornio
Mi unicornio mío,
fustigador y ángel; caramelo impaciente,
tu piel de frailejón me circunda profano,
es cuchillo y caricia, y es cayado abriendo
la amorosa carne.
Te amo y te giro
sobre mi espejo lívido, y me amas sin palabras,
y me amas febril, y te amo en el delirio
de tu piel y mi piel
irreverentes.
Desvarío consciente
¡Ay amado! si solo tú y yo pudiéramos
dejar que nuestras almas se hablen sin palabras,
dejar que nuestros cuerpos se amen sin fronteras,
ahogar sus silencios de espumas y de tiempos.
Este amor tormentoso me asfixia y aprisiona
en desvaríos locos, en febriles deseos.
Ay amado, te releo en mi mente,
mis ansias de ti crecen en brasa viva,
se incendian y nada se consume.
¡Qué tormento se apodera de mí y me perturba!
Con los ojos cerrados te beso intensamente,
recreo y acaricio tus íntimos recodos
y recorro tu cuerpo de Eros recostado,
con la sed de mis labios devoradora llama.
Cuando tú me taladras con buril de ternura,
alma, cuerpo y mente son llamarada de luna.
Al fin puedo encontrar la razón confundida
en la sinrazón del desequilibrio de la sangre,
en Eros imantado a tu cuerpo y al mío,
a tu mente y la mía, a tu alma y a mi alma.
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Qué terrible martirio no tenerte a mi lado
ni jinetear tu piel, potro salvaje,
ni domarte a fuerza de hincar en tus ijares
las espuelas de este fuego de amor inconsumido.
Posdata de ternura
sobre el corcoveo de la grupa.
Mi vientre es inquieta libélula,
bombonera en susurros
para la espiga de tus ansias,
para el hierro lascivo en celo levantado,
huracán con un solo destino,
río alado, torrente y tornado.
Mis labios conocen el camino.
Tu beso inmóvil móvil
sobre el párpado de mis escalofríos
Inventa dulcísimos esteros.
Mi unicornio mío,
sediento bebedor de mis vertientes.
en mis febriles redomas temblorosas.
Mi unicornio mío,
tu cuerno imantado
atrae mis arrebatados metales.
Talabartero fecundo en la cobriza piel,
me enmarea de ternura,
me habla sin palabras,
me envuelve en sus claves
y me vuelvo marina compartiendo su oleaje.
Mi unicornio mío.