Revista Casapalabras N° 36 Casapalabras N° 36 | Page 44
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Ninguna puerta tiene el
nombre de Penélope Entendimiento del mundo a
través del amor
Siempre habrá en nuestras vidas
una hermosa mujer
cuyo destino
no habría de juntarse con el nuestro
una inocente mujer que tomó
nuestro corazón
en su mano
lo acarició y echó a volar
como una paloma
(pero las palomas no son golondrinas
las amorosas palomas
no son pájaros libres)
una bella mujer que eligió su camino
a veces /oh cruel Dios/
paralelo a nuestras vidas
pero por un instante
/sólo por un instante/
nos mordió los labios con dientes
de eternidad.
Ojalá no tengamos que pagar el precio
de su cercanía
de un fortuito encuentro que corrompa el aire
del cerrado paraíso del recuerdo
ya casi devorado por el olvido
reconstruido
a nuestro sabor y riesgo.
Adiós novia perdida /bello perfil
cabeza neblinosa/
El nombre de Penélope quería decir
«No vuelvas». No es el norte magnético
tampoco el puro azar
o la victoria siempre del más fuerte
mas sí una conmoción que podría
matarnos
un remolino
que nos mete en su vórtice
como una hermosa flor caníbal
que destruye
a los que se resisten
pero para los más
los débiles
los otros
es el deslumbramiento
la droga poderosa
el ácido lisérgico
los hongos alucinantes de los chamanes
capaces de hacernos avizorar el tiempo
que habríamos podido vivir
de ser más puros
pero cuyos efectos
por desgracia
pasan demasiado pronto
no alcanzan la duración de una vida.
Nadie se lo merece
no otorga privilegio
haber llegado antes
haber sufrido más
uncirse en eslabones solidarios.