Revista Casa Silva Nos. 30 - 31 R.CasaSilva 30-31 completa | Page 84

Pau d l ro M A ul o o n G ó m e z Pe l e d jo poesía muestre una conexión tan marcada con la naturaleza y el idioma del país, con su historia violenta o con los giros verbales de sus poetas, no es esta escritura “la conciencia increada de una raza”, como lo buscaba Joyce y en su momento W.B. Yeats. Estos poemas también son el testimonio de un naufragio. Muldoon, como en su momento su amigo y poeta Seamus Heaney, asume la condición de su tiempo que es la movilidad de los espacios. Muchos de los puntos de contacto con el pasado, la lengua y el mito, se han roto para siempre, y hay que inven- tarlos nuevamente a partir de lo leído. Es en este momento cuando compren- demos la poesía de Muldoon como una colección de espejos rotos. Parte del azo- gue refleja su rostro, la otra parte nos lo oculta. En el poema, más que una huella de identidad, sentimos que se vislumbra una comunidad de voces que conversan en el poema, una ciudadanía global. Y de verdad que todo cabe en este mundo, una síntesis de vida cotidiana y extrañamiento. Lo que sorprende de Muldoon es que esto ocurra con sencillez de una conversación. En un rasgo que recuerda a los poemas dramáticos de Robert Frost -y el autor lo ha señalado así en sus entrevistas-, la religión y la historia, lo personal y lo colectivo, todas las oposiciones que pensábamos dispersas, son capturadas por una sola escena en una velocidad asombrosa. Esto ocurre en poemas como “Cuba” o “Anseo”, dos emblemas de esta poesía, “Las lecciones de geografía”. Es difícil que los citemos parcialmente sin estropear el conjunto, tal como ocurre con los conjuros o los mejores chistes: i ago nosa Carto gr a Sa fí a nt de los E e s pi s pe j os Deberías haberlos visto, pequeños y salvajes Contra un mapa del mundo conocido… …Cómo todo ese verde se volvió oro A través de esa oscuridad de olvido, un asimiento inestable En una de sus entrevistas Paul cita un verso de Yeats con el que se identifica plena- mente: “el hombre se sumerge en sus versos, después ellos se convierten en su vida”. Esta poesía nos recuerda que la mejor aventura es el poema mismo. Que en los versos quedan los últimos fragmentos de una alquimia personal. El resultado es un montón de fragmentos que nos sorprenden y que son una vida, el acto de un mago que se esconde entre las páginas, recuperando las voces de un nuevo paraíso. Viento y arbol De la misma manera en que la mayor parte del viento Ocurre donde hay árboles Así casi todo el mundo ha reunido A los árboles juntos y más juntos, Un árbol tomará A otro y le apretará entre sus brazos. Sus ramas triturándose Locamente juntas y más juntas, No es un fuego real. Se están rompiendo el uno al otro. Con frecuencia pienso que debería ser Él árbol solo, yendo a ninguna parte. Mi propio brazo no podría y no querría Romper al otro. Aun así por mis huesos rotos Descifro el clima. Cuba Mi hermana mayor llegó a casa esa mañana En su vestido de noche de blanca muselina. “¿Quién carajo te crees que eres, Largándote a bailes casi desnuda? Como si no fuese suficiente Con el mundo en guerra, si no es que rumbo a su fin.” Mi padre manoteaba sobre la mesa del desayunador. “Esos yankees no eran de fiar – Si hubieses escuchado a Patton en Armagh- Pero este Kennedy es casi un irlandés Así que no es mucho mejor que nosotros. Y él con sólo dar la orden. Si aún tienes algo de cordura Quizás deberías hacer las paces con Dios.” Yo podría escuchar a May a través de la cocina. “Perdóname, Padre, porque he pecado. Dije una vez una mentira, fue desobediente una vez. Y, Padre, un muchacho me tocó una vez” “Dime, hija, ¿Fue ese toque irrespetuoso? ¿Tocó tus pechos, por ejemplo?” “Se rozó contra mí, Padre. Delicadamente”. r e v i s t a r e v i s t a  