Revista Casa Silva Nos. 30 - 31 R.CasaSilva 30-31 completa | Page 246

E duar do Gó me z Oleo sobre lienzo, Andrés Leal. paisajes misteriosos. Es una poesía que, en sus mejores logros, siempre alcanza un cierto equilibrio entre una reflexión profunda y una intensa sensibilidad, la cual transparenta una voluntad de expresar las debilidades, las dudas y el desconcierto de los conflictos que vive, sin simulaciones ni exageraciones pa- téticas pero con apasionada intensidad. Lo que unifica esa obra, en última instancia, es la dramática frustración de no haber podido aceptarse a sí mismo, de no haber podido ac- ceder plenamente al amor complementario r e v i s t a  de las mujeres y a la condición de padre amoroso. De modo que vivió su homosexua- lidad en forma excepcional: sin narcisismo y de manera autocrítica. En consecuencia, esa contradicción y esos fracasos se tornan fecundos y lo llevan a interrogarse sobre el sentido de su existencia (y de la existencia en general) sobre su situación y sobre la condición humana. Comprende que “nunca podremos saber nada” de lo que realmente importa, puesto que no se pueden contestar las preguntas fundamentales, ni alcanzar una realización plena. Sin embargo, hay momentos en que su sensualidad lo impele a tratar de asumir reactivamente y de manera desafiante, con- soladora y cínica, sus amoríos masculinos, pero como éstos no logran liberarlo de su so- ledad fundamental (vivida como aislamien- to) retorna al distanciamiento crítico y a la mala conciencia. Es así como, finalmente, se transforma en el buscador incansable, que no pertenece a nada, ni a nadie, que no tiene “patria”, ni puede conquistar el reposo en algún puerto acogedor. En Ciudad de México estuvo a punto de lograrlo, seguramente por la ilusión de aventura y libertad que las desmesuradas proporciones de esa ciudad cosmopolita le permitieron alentar, pero terminó por ser expulsado. Su condición radical de viajero y buscador perpetuo, y la sublimación honda y simbólica que logra en unos cuantos poemas, lo consagran como a un eximio y noble representante de algunas de las inquietudes más características del hombre moderno.