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Rodol fo R amír e z S oto
Aquí notamos claramente que ya no exis-
te una identificación de ningun yo poético
sino que de entrada nos enfrentamos a las
cosas, las pilas de marmol y el agua en ellas,
y a su secreto diálogo. Obra aquí aquella
mirada que se posa en el exterior y nos lleva
al interior, pero además la resonancia que
se da entre uno y otro ámbito, el interior y
el exterior, nos devela este nuevo alumbra-
miento que son las cosas maravillosamente
otras, aunque las mismas, bajo la mirada
del poeta. La fuente es la fuente, el agua es
el agua, pero las dos dialogan en voz baja
sobre el cielo como si aquel fuera un objeto
desconocido.
su sombroeta Danrn una pequeña y triste
aldea, muerto por los climas crueles de su
sombroeta Dan
Rilke el perro
El lunes 22 de octubre de 1906 muere
Paul Cezanne a causa de una neumonía que
había contraído tras ser sorprendido por una
tormenta mientras trabajaba en el campo.
El pintor, obstinado como un perro, a pesar
de la tormenta no se retiró de su lugar de
trabajo sino hasta dos horas después cuando
consideró haber terminado su labor.
Casi un año después, en octubre de 1907,
se realizó en París el Salón de Otoño en el
cual se dedicaron dos salas enteras para
presentar la obra del pintor. Al final de la
mañana del domingo 6 de octubre llegó por
accidente a este Salón de Otoño Rilke, el
poeta venía caminando distraidamente por
las calles parisinas buscando librarse de la
lluvia que caía insistente y de una extraña
nostalgia que lo atormentaba. Al encontrar
Los estilos pictóricos en la poesía de Rilke
las salas dedicadas a Cezanne quedó tan
impresionado con la obra del pintor que
continuó asistiendo al Salón de Otoño, hasta
el día de su cierre que será justamente el 22
de octubre, únicamente para sentarse frente
a estos cuadros y aprender de ellos.
Uno de los puntos que impresionan al
poeta de la obra del pintor es que éste ve
cómo aquel utiliza el color para hacer surgir
en sus cuadros los objetos sin la mediación de
ninguna subjetividad reflexiva. No los inter-
preta, los presenta como son “con la certeza
y el interés objetivo de un perro que se ve en
el espejo y piensa: ahí hay otro perro” 20 Una
dirección que él mismo va siguiendo en la
elaboración de sus textos poéticos y un logro
que considera que Cezanne alcanzó gracias a
la educación de su mirada artística en la obra
de Charles Baudelaire, más exactamente en
su libro Las flores del mal y específicamente
en el poema titulado Una carroña.
“Puedes imaginarte mi emoción al leer que
Cezanne hasta sus últimos años se supo de
memoria justamente ese poema —Una carro-
ña de Baudelaire— y que lo repetía palabra
por palabra” 21
Un poema que enseña que al ver en los
objetos solo lo que son, sin juzgarlos, enton-
ces aún en lo terrible y solo repulsivo se pue-
de reconocer el mismo nivel de importancia
con el resto de lo existente. Así las cosas
no existen entonces temás que sean más
poéticos que otros y nada hay que obligue
Rilke, R.M., (1978). Cartas sobre CEZANNE.
Buenos Aires. Argentina. Editorial y Librería
Goncourt. Traducción de Andrea Pagni. P. 63
21
Carta del 19 de octubre de 1907
a los creadores a apartarse de ningun tema
existente. Reflexión en la que se prefigura ese
famoso verso que Rilke escribirá bastante
más adelante en la primera de Las Elegias
de Duino y que dice: Todo ángel es terrible.
Luego de pasar casi un mes completo
sentado a diario frente a los cuadros de
Cezanne podemos decir que serán dos las
características principales del aprendizaje
de Rilke en su aproximación a la obra del
pintor. Curiosamente para ambos el poeta
utilizará la figura del perro.
La primera tiene que ver con la observa-
ción: el poeta debe entonces sentarse frente
a las cosas tal cual como lo hizo el pintor
“como un perro se sentó ahí delante y se
puso a mirar, simplemente, sin ninguna
inquietud ni segunda intención” 22
La segunda tiene que ver con el proceso
de composición: “Todo ha pasado a ser,
como ya he escrito, una cuestión de los colo-
res entre sí: uno se recoge frente a los otros,
se intensifica respecto de ellos, reflexiona
sobre sí mismo. Así como en la boca de un
perro, al aproximársele cosas diferentes se
crean distintos jugos y se aprontan para
actuar: algunos solo transformando, otros,
correctores, procurando contrarestar un
efecto nocivo, del mismo modo brotan dentro
de cada color intensificaciones o atenua-
ciones con ayuda de las cuales se consigue
resistir el contacto de otro” 23 En el poema
estas relaciones se daran evidentemente
entre las palabras que lo conforman.
No obstante, más allá de estas específi-
caciones técnicas lo que Cezanne le deja a
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Carta del 12 de octubre de 1907
Carta del 22 de octubre de 1907
Autorretrato, Paul Cézanne (1839-1906).
Rilke es la pasión y la entrega por el oficio.
El pintor le enseña con el ejemplo al poeta
algo que él ya intuía: que hay que entregarse
por completo hasta consumirse en la tarea.
Hasta que el oficio y la obra se conviertan
en la vida misma.
En los siguientes poemas podemos apre-
ciar una suerte de artes poéticas que tienen
relación con la experiencia de Rilke en aquel
Salón de Otoño de 1907. En los dos vemos
la presentación objetiva y aseptica que el
poeta está buscando, en el primero recorda-
remos lo de los temas no excluyentes y en el
segundo veremos al perro convertido en el
símbolo del artista:
r e v i s t a r e v i s t a