Revista Casa Silva Nos. 30 - 31 R.CasaSilva 30-31 completa | Page 132

C r i sto Fi g u e roa S á n c h e z le apuesta a una modalidad de lirismo en la cual el yo lírico al fundirse con su objeto de interiorización, se transmutan en estado de ánimo, traducido en un tipo de enuncia- ción que suscita emociones y en enunciados condensados que visibilizan significados; unas y otros generan complejas redes de significación que surgen o son inherentes al proceso de armarse el amor (primera parte), de desarmarse (segunda parte) y de convertirse en oficio de en-redar que muta en diversas formas y habita el mundo de las tecnologías actuales (tercera parte). En la poética que ani- ma el libro se prioriza la materialidad de la página, en la cual la escritura arma y desarma las pa- labras como se arma y se desarma el amor: tiene el poder de ajustar y de pegar los trozos/trazos de éste y como en un milagro los hace “respirar” en el poema (De nuevo la pági- na); su acto creador acaricia, borra o tacha las palabras, rasga el papel, lo arruga o lo bota al cesto de la basura; a su vez, rescata sentidos exiliados de aquéllas y plancha la página hasta obtener “el diccionario del dolor”: los poemas conforman entonces la pregunta desnuda por la ausencia, que al manifestarse, colma de tachones los cua- dernos como de remiendos el corazón; por eso en la enunciación lírica se hermanan las imágenes residuales del amor- página estrujada- con las alusivas a la ruptura del De artes y oficios de Luz mary Giraldo cristal en infinitos fragmentos. Por su parte, el metapoema Oficio de amor establece la diferencia entre el oficio y el arte de amar, dos quehaceres que se constituyen en ritual creativo del poemario en el sentido que señalara el poeta Hugo Mojica: apertura, acogida, recepción; en efecto, la dinámica que quizá explica mejor el acto creativo en este libro es la apertura del oído del yo lírico, que al haberse abierto a la escucha, puede oir la voz del Amor, el cual actúa como un sujeto autónomo, es decir, su afirmación y sus efectos constituyen lo dicho en el poema, no tanto lo que la autora de carne y hueso evoca o siente en circuns- tancias determinadas. En- tonces, mientras el oficio de amor se conecta más con la contemplación, el arte de amar es identifica- ble con la plenitud de “ojos que se miran,” ritual según el cual “el amor vuela y se consume en las llamas”, por eso, el yo lírico señala con total con- vicción: “SI dos se aman/cuando el sol arde como delicia incomparable/sus alas se abren hacia el infinito/y se elevan más allá de todo cielo/” (Oficio de amor). Así mismo, el poemario establece y res- cata memorias de amores y desamores por medio de un diálogo con poemas y poetas procedentes de variadas tradiciones litera- rias en una suerte de interculturalidad lírica; tan intenso es este dialogismo que unas veces el yo lírico pareciera afirmarse en los versos de otros poetas, y otras veces, es todos ellos y ellas desdoblados en su propio proceso de enunciación. La polifonía de epígrafes del libro no sólo es selecta, sino que establece trayectos del Amor/Desamor provenientes de series y sistemas literarios de diferentes latitudes: desde la resonancia intervenida y transformada del emblemático Arte de Amar de Ovidio, hasta facturas líricas de voces femeninas centradas en la poetización de distintas instancias amorosas: guiños a Dul- ce María Loynaz, Blanca Varela o Sara de Ibáñez; homenajes a Wislawa Szymborska, Alda Merini, Rosario Castellanos o María Inés Saldívar; vínculos secretos con Marta Canfield, Márgara Russotto o Ana AJmátova. Así mismo, se destacan voces masculinas de reconocida trayectoria lite- raria, cuya inscripción recontextualizada en varios poemas, establece nuevos deri- vaciones semánticas: resonancias de voces de rancia estirpe literaria: Góngora, San Juan de la Cruz, Luis Cernuda, Ernesto Cardenal o Eugenio Montejo, hasta gestos de exaltación lírica y de sutiles reelabora- ciones: Osbaldo Lamborghini, Emilio Adolfo Westpalen, Jaime Sabines, Juan Gelman, y Giovanni Quessep, o meticulosa atención de enunciados poéticos de János Pilinski, Sándor Márai, Shigueyi Tsuboi o Alfonso Romano de Santanna. La primera parte del poemario, De Artes y oficios desarrolla una tópica característica: el Amor concebido como un sujeto indepen- diente de quien lo siente o lo vivencia, su intenso transcurrir, el largo alcance de sus efectos por medio de aconteceres breves o pequeñas acciones la efectividad de su poder, los intentos de definirlo, sus metamorfosis inquietantes y las vicisitudes de quienes se aman. En efecto, el Amor lentamente inclinado “ante la página”, se introduce en el poema y se manifiesta por medio de palabras que un Tu cercano escoge, acaricia, oye y cuenta “ como quien aprende sílabas (Esto es amor?); por eso, la pregunta por las acciones del amor se le hace a la poesía y no las personas; el amor redirecciona con frecuencia sus flechas y las acciones que desencadena se expanden y transforman el mundo: sustituye la soledad por canto, su potencia reactiva la aventura de Venus, llega a los más anodino de los días, otorga “tono a las palabras y a los gestos/ y acompaña la entrega secreta de dos fieras” (Qué hace amor?). Otras veces, su llegada desbordante, más poderosa que la muerte, desordena el mundo y su fuerza desafía el silencio más ancestral (Más poderoso que la muerte); su dinamismo es tal que adopta la forma de una frase lírica que deviene en gato saltón, el cual persigue inclementemente su presa, sonríe, juega con ella y como un mago cae sobre el sueño (Canción de cortesía) Varios poemas focalizan el motivo de los efectos del amor en aconteceres diarios: se escuchan sus pisadas cuando todo está solo, entra con sigilo a las habitaciones, enciende lámparas, acaricia lo doméstico, en fin, no es posible sustraerse de su llamado, por eso su voz no nombra a nadie en particular, pero se oyen sus graznidos con ecos recónditos de un “pájaro llamando a su par” (Llamando a su par). En veces, la llegada del amor construye un orden peculiar del mundo que genera confusión súbita y ante la intensidad de su presencia, el yo lírico oye su llamado y como premio recibe la boleta para entrar por un r e v i s t a r e v i s t a  