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Ut pictura poesis: cees Nooteboom y Max Neumann
Fe r nan d o Garc ía d e la Ba n da
Ut pictura poesis:
Cees Nooteboom
Max
Neumann
E
ste libro surgió como una colabo-
ración entre Cees Nooteboom y el
artista alemán, afincado en Berlín,
Max Neumann. Nooteboom conoció en 1989
a Neumann, cuya obra describe como «un
mundo en sí mismo» 1 , y se hicieron amigos.
En un momento dado decidieron que
tenían que hacer algo juntos y establecie-
ron un pacto: Neumann nunca ilustraría
sus poemas y él nunca describiría sus
cuadros. Para realizar
el proyecto, Neumann
le envió los treinta y
tres dibujos a su casa
de Menorca y Noote-
boom los colgó por las
paredes y comenzó a
escribir inspirándose en
ellos: contemplándolos,
pero sin describirlos.
Siguiendo una lógica
onírica, se dejó llevar
por sus impresiones de
los dibujos y por sus
recuerdos, de ahí el sub-
título del libro: Sueños
de la isla —Menorca,
donde pasa parte del
año— y la ciudad de antaño. Nooteboom
mezcla, por tanto, en este libro ficción y rea-
lidad, mitología e historia, con sus sueños,
reales y ficticios, y con sus recuerdos desde
la temprana infancia. Esta es la fórmula
Esta y las citas siguientes pertenecen a una en-
trevista de M. Silverblatt a Nooteboom, en el
programa de radio Bookworm, con motivo de
la publicación de la edición inglesa del libro.
http://www.kcrw.com/etc/programs/bw/bw-
120607cees_nooteboom_self.
1
por Fernando García de la Banda
escogida por el autor para su autorretrato,
inspirado en los dibujos de su alter ego.
Para Nooteboom, la clave del libro es «el
clima mental o psíquico de los cuadros, uni-
do a mis recuerdos e invenciones de la isla y
la ciudad de antaño». Michel Silverblatt con-
sidera que el libro indaga en la cuestión de
la identidad, en «la posibilidad de perderse,
de encontrarse bajo otra forma, describiendo
el acto de autorreconocimiento». Tanto los
dibujos como los textos
constituyen una explo-
ración de la fragilidad
del ser humano y de la
naturaleza, en un uni-
verso donde conviven
el lado iluminado y el
lado oscuro, el sueño y
la pesadilla.
Los elementos de los
dibujos y de los poe-
mas se repiten y com-
plementan a la vez: en
ambos hay fragmentos
de figuras unidas, seres
humanos y animales, y
en ambos el «clima» es
unas veces enigmático,
chocante y autónomo, y otras árido, violento
o incluso sórdido. Para Michel Silverblatt
también se encuentran aquí elementos co-
munes a otros libros de Nooteboom: el viaje y
la búsqueda. Pero esta vez no se trata de una
búsqueda religiosa sino que es, siguiendo
con la idea de la exploración de la identidad,
«una búsqueda de aspectos del yo perdido:
de la totalidad de vivos y muertos, hombres
y mujeres, seres humanos y animales».
Sin ánimo de traicionar el pacto del autor
r e v i s t a r e v i s t a