Revista Casa Silva Nos. 30 - 31 R.CasaSilva 30-31 completa | Page 62
Carto gr a fí a de los e Poe
s pe ma
j os s
L u d i s ro A A
ntoni
Pe
l e jo o G d ó e m Vill
e z e na
Que la mala vida es maravillosa
Fue al principio la idea -la sola idea-
de que se levantase alguien a las tres de la tarde...
Noches más adelante que tocaban el día,
amaneceres juerguistas, alcohol, anfetaminas,
fiestas que comenzaban al despuntar el alba...
Y ahora estos muchachos que viven de bar en bar,
entre fragor de droga y discoteca,
y a mediodía se acuestan, cuando el mundo termina.
Dicen que en la noche la vida sólo es vida,
y el haxix diluye las aristas más áridas.
Hay hombres que compran muchachillos a las tres
por pura compañía, esnifan cocaína en retretes ilustres,
y el color de sus ropas brilla bajo el estrobo.
Hay quienes beben vodka o tequila dando
un golpe en la barra, y chicas que, fumadas,
al borde de las ocho, lloran sin saber qué
y forman una inversa Píela de afeminados.
En baruchos siniestros o clubes elegantes
contemplan la belleza, se desperezan, mueren,
y a la luna le gritan -por la calle- que aman
tanto la vida que están a punto ya de utilizar navaja...
El alba les destruye, huyen de los almuerzos,
y en el café de barrio -casi ciegos de sol-
les ve el oficinista y reconocen a putas y golferas.
Tengo amigos que no saben qué quieren
y se emborrachan buscando una vida mejor.
Amigos que se drogan sistemáticamente
aguardando dulzuras o un éxtasis sin límite.
¿Qué buscan los navegantes de la noche,
quienes parecen ansiar un vendaval sin tregua?
Huir de vivir buscando aún más vida.
Están desesperados y son encantadores.
Descreen de los negocios y su arte es exceso.
Saben que acaban mal y les gusta la ruta.
Sueñan mundos mejores,
días llenos de luz, días felices,
estaciones ubérrimas de amistad y de sexo
y risa y mucha risa como ménades nobles...
Hacen lo posible por salirse del círculo
y odian llegar a ser ingenieros o madres.
Mis amigos quieren tanto la vida
que acabarán muy mal,
y mientras no llega cuanto anhelan
-ese día de sol, ese mundo perfecto-
cultivan las ojeras y sus vicios,
anhelan una noche muy brevemente eterna
y viven en garitos que cierran de mañana.
Mis amigos son guapos y casi adolescentes
e ignoran que alguien -en griego- dijo
que jóvenes mueren quienes los dioses aman.
Voy con ellos
Se acercó Ángel, el joven yonqui fallecido, con una vaga
tristeza en la cara, y en la mano, otra mano huesuda de esqueleto.
Y llegó Carmen, la puta vieja de la pensión de Leganitos,
con un chaquetón de piel sintética, y rouge en las
arrugas y en los labios.
Y vino Nuno, el guapo chapero aterido de frío, harto de
hacer la calle, comido de chinos y ladillas, sobreviviente
al mundo.
Y acudió Remedios, una vieja que vive sola en un
apartamento sucio, en medio del dolor, huida, rodeada
de piadosos gatos...
Y Raúl, el loco del frenopático, daba brincos alrededor,
aullando, o riendo, con tabas sonoras en las manos.
Y los deprimidos pidieron permiso para acercarse, porque
como creen que nada vale nada, piden siempre
permiso.
Y se llegaron los negros emigrantes, cantando que
procedían de Mali, y Ghana y Camerún, maravillosos y
mágicos lugares repletos de miseria.
Y cuantos padecen miedo, neurosis, paranoia o vértigo
porque la vida les ofende y la realidad que grita su
brillo cimero...
r e v i s t a r e v i s t a