Revista Casa Silva Nos. 30 - 31 R.CasaSilva 30-31 completa | Page 224
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l e o jo
G o ó m M e u z ñ o z
Carto gr a fí a de los e poemas
s pe j os
…No florecerán más cantos
de este brumoso esqueleto
que sueña
entre sus muertas veneradas,
porque los ojos se secan,
el rostro endurece
y cómo duele entonces despegar los
labios…
Las manos se atascan,
se cierran,
se hunden
como raíces en la piel ausente.
¡Calla!
Más acá,
soplas, y en la boca
se agita la memoria del descenso
como cuando un cadáver animal
entre los brazos
o el ardor de la belleza en los ojos.
Entre los dientes,
sostengo la ira…
el amor pasea sobre mí
su temblorosa sombra
…el secreto canto.
No es a ti,
es al dolor de ser fantasma
a quien despido,
a un silencio que no es mío,
a la inmóvil rueda
y a la dolorosa,
de mi calor enamorada.
Tiene estrías esta noche.
Entre el aullido de todo lo que muere,
te veo
dedos de mariposa moribunda,
ojo de bruja,
disecado
y eclipsado
por el revoloteo
de un insecto.
Sus alas
como las voces de un libro
que ennegrece mi risa.
Yo también te llamé
desde una profunda cavidad sin sangre,
con mi amarga legión de voces,
te llamé, sin saber,
llamándome.
Invento, se puede decir;
miento,
también se puede decir,
recuerdo…
más que el espejo cóncavo del cielo
al sumergirse el sol,
delirante de cansancio,
en el agua reposada.
Ritmo perdido
entre los subterráneos ríos que manan de
tu lengua
en vibración constante
arrastran hasta la luz de estas hojas
la partitura que mi cuerpo reclama,
de torrencial secreto
¿Podré escucharte?
La piel en la letra entra
leve incendio
entre mis labios
que cuece, que cuece
la misma y otra música
la misma y otra pócima.
No son los mendigos,
es tu hambre
y la telaraña de fique.
Veloces aves sin color
clavan su mirada en lo perdido.
Ella insiste, espera,
donde los nombres son semilla,
en cada oído que crece.
Dóciles bestias de la culpa,
hocico de bufón repleto de borlas,
carroña de reina
en la punta de la lengua,
paredes ciegas
donde todo impulso
se desvanece.
Puedes tocarme,
la noche ruge en tu sueño.
Aquí… la caída no hace el mérito,
sino la leve determinación,
al abandonarse.
No hay centro,
y huyes espantada
entre las lobas,
la ciudad se desfigura,
es naturaleza.
Los mundos brotan de su grito
Y además en ruinas, y además con flores
El canto del atrás que es adelante...
Isla de hielo
En la tierra negra
Ígneos caballos se acercan
Amanece
Teje la piel del tigre
Te evaporas
Acunada entre los ojos celestes y su espejo
Se inclina,
retira el maquillaje
y no encuentra tus labios,
sólo el canto,.
un manantial que te sueña.
Y se tiende
tarde que viene entre montañas,
marimba infinita,
vasija de barro adentro…
todos los llantos contenidos,
latir de piedra.
Venias
Coronas
Gibas
En tenebroso arrullo viaja el filo, el crujir del
tablado, el relámpago se extiende y troza
el aire. Ella acerca sus fauces coloridas al
estanque. Cubre y descubre: el canto de
remolino profundo, de caracol que crece
en memoria de tamboras. Caen los hilos y
por fin danza
la traición, la transparencia
en lengua de bruja:
el grito original.
Entre la niebla del tiempo,
hay un secreto.
Eres también mi cuerpo
eres también mis plantas,
la mirada embebida de la angustia
y el soplo que borra estas palabras.
r e v i s t a r e v i s t a