Revista Casa Silva Nos. 30 - 31 R.CasaSilva 30-31 completa | Page 190

Rodol fo R amír e z S oto El ciego París Mira, él camina e interrumpe la ciudad, que no está en su lugar oscuro, como una grieta oscura que atraviesa una clara taza. Y, como en una hoja de papel, está pintado en él el reflejo del mundo; él no lo absorbe en sí. Tan solo su sentir se mueve, como si captara el mundo en ondas muy pequeñas; un silencio, una resistencia… y luego, esperando, parece elegir a alguien: entregado, levanta, como para casarse, la mano, casi con solemnidad. El perro De fulgores y vestigios, en Ramón Cote volver, siempre de nuevo, aintroducir su cara, casi con una súplica, y casi compren diendo, muy cercano al recuerdo y, sin embargo, renunciando: pues él no existiría. 24 * Después vendrán los viajes largos e impor- tantes y las obras capitales de Rilke: Las Ele- gías de Duino y Los Sonetos a Orfeo. En ellas veremos un retorno del Rilke místico pero enmarcado en la evolución de esta forma que ha encontrado tras definir su método. En adelante entonces el poeta se entregará por completo a seguir el camino de la poesía que será el camino de su propia vida. Un camino que termina en el exilio obligado por el estallido de la Primera Guerra Mundial el cual fuerza a Rilke a aferrase a lo único en lo que ha podido fundarse a lo largo de toda su vida… la poesía. fulgores y vestigios , en de Ramón Cote Por Isaías Peña Gutiérrez Alla arriba, la imagen de un mundo de miradas sin cesar se renueva, y tiene validez. Sólo a veces, secretamente viene una cosa y se pone a su lado, cuando él se abre paso a través de esta imagen, abajo, diferente, como es él; no expulsado, ni tampoco aceptado, y, como si dudara, dando su realidad a la imagen que el olvida para, no obstante, Rainer Maria Rilke, 1906 /George Bernard Shaw /sc 24 Rilke, R.M., (1994). Nuevos Poemas II. Madrid. España. Ediciones Hiperión. Traducciones de Fe- derico Bermúdez-Cañete r e v i s t a r e v i s t a  