Revista Cantera CANTERA 9 | Page 35

Nuestra palabra En mi calle teníamos una palabra que no sabíamos. Las garras de la noche la encontraron jugando en el tobogán de la plaza. A veces uno la veía bañándose en la tierra o la encontraba colgando ropa en el patio. En mi calle teníamos una palabra que no sabíamos. Nunca supimos su nombre. Era una palabra más grande que nuestra boca. Un invierno, llegaron los dueños del mundo ojos de nubarrón tronando en otro idioma buscándola. Porque la palabra tenía mucho cielo en su cabeza dijeron, porque sus letras no sonaban a hierro y su perfume era azul. Porque sus dientes parecían de juguete decretaron, y sus piernas recordaban una canción. Entonces se hizo la tormenta. Pero vinieron a fabricarle una frontera a plantarle un mapa de púa a colgarle el mundo en la ventana marchitándola. Y nos ordenaron: así no se habla eso no se hace acá nadie piense. La palabra no se pudo salvar. Ahora mi calle es una pregunta un zumbido que nadie quiere oír una mancha en la voz. Ahora nuestra lengua es más chica que los sueños y el mundo tiene el tamaño del silencio. Escrito para la obra de danza Ir y Volver (Auditorio Nacional del Sodre, 2015) 35