Revista Caminantes 002 - Septiembre 2014 | Page 84
De acuerdo a las crónicas de Bartolomé Ruíz,
en 1526, descubrieron que la isla era un santuario aborigen, a la que estos acudían a dejar
ofrendas de oro y especialmente plata como
homenaje a sus dioses. En la Geografía y Descripción Universal de las Indias, en 1571, se
anota que la descubrió Francisco Pizarro y que
aunque no era habitada, era un adoratorio de
los indios, y que había un templo de oro y plata
(López de Velasco, 1894: 447).
Cuentan las leyendas piratas, que estos escondían sus botines en lugares estratégicos de la
isla. Sobresale la del famoso pirata inglés sir
Francis Drake que en aquella época era el terror de los barcos españoles que navegaban
cargados de tesoros por el Pacífico Sur, siendo su centro de operaciones la Isla de la Plata.
Se dice que este legendario pirata se llevó a la
tumba el secreto del lugar donde habrían sido
enterrados cuantiosos tesoros.
Adicionalmente, pese a que el día seguía nublado, nos recomendó llevar suficiente agua,
protector solar, sombrero o gorra, rompe viento, cámara y/o filmadora y ropa de baño. El
guarda parques nos asignó el sendero Fragatas, de 2.5 kilómetros de longitud, en el que observaríamos sobre todo las diferentes especies
de aves que habitan o anidan en la isl a –piqueros patas azules, piqueros patas coloradas,
piqueros enmascarados, fragatas, albatros, pelícanos, etc.– El recorrido tomaría aproximadamente dos horas.
Empezamos la marcha por un sendero plano
de unos 400 metros de longitud, antes de ascender por el acantilado a través de una escalera construida para ese fin y que nos permitió
llegar a un mirador ubicado a 90 metros sobre
el nivel del mar, desde donde se podía contemplar parte de la geografía de la isla. Luego de
un descanso obligado de varios minutos y las
ya acostumbradas recomendaciones y tips informativos de nuestro guía, Enrique, avanzamos por el sendero donde predominan grandes
cactus, ascendiendo en silencio por una suave
pendiente.
Unos cuantos metros después, se nos hizo la
señal de alinearnos y avanzar sin molestar a
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