Revista Caminantes 002 - Septiembre 2014 | Page 61
ber acordado una cita, me reuní en Jipijapa con
Jorge, Daniel y Carlos, con el propósito de conocer cuál iba a ser el futuro del bar, tomando
en cuenta que no se realizó el Ñawi fest 2014.
Después de haber conversado de todo un poco
y de haber recordado varias anécdotas vividas
durante los 15 años que se habían realizado
las fiestas de apertura de temporada, fuimos
al grano. Tras haber superado algunos impases y malos entendidos con las autoridades, se
llegó a un acuerdo con la Alcaldía de Jipijapa y
se dio luz verde para realizar el festival, pero
la empresa de bebidas auspiciantes, la misma
de años anteriores, decidió que el evento no
era lo suficientemente grande para auspiciarlo,
argumento que no se ajustaba a lo dicho por
un ejecutivo de la empresa y lo que había divulgado la prensa, que en el Ñawi fest 2013 se
vendieron 63 mil litros de cerveza.
Entre otros factores que influyeron para la no
realización del evento se destaca que Ñawi era
uno de los pocos, por no decir el único local,
que cumplía con todos los permisos legales y
que tenía un plan de contingencia, un local
cerrado con vallas de seguridad, ingreso controlado de personas y que hacía una fuerte in-
versión en contratar escenarios e iluminación
de primera, así como también a las bandas musicales que presentaban. Mientras, la mayoría
de locales y puestos improvisados no cumplían
con ningún requisito legal, y apenas concluía
el festival se alzaban con todo, dejando lo que
ya no servía y por consiguiente las calles y playa llenas de basura y botellas de todo tipo. Así
mismo, la prensa local y provincial se hacía eco
de varios casos aislados, difundiendo noticias
negativas del evento y afectando la imagen de
Ñawi y de sus socios, que nada tenían que ver
con lo que sucedía fuera del perímetro donde se
realizaba el Ñawi fest.
Respondiendo a mi inquietud, el futuro de
Ñawi está en suspenso, ahora intervienen
otros factores, el más importante sus familias,
pues El Chamo, Danniboy y Sanduche, ya dejaron de ser los eternos adolescentes (forever
young). De no haber sido por la falta de visión
de las autoridades locales, de la empresa privada y de la viveza criolla, el festival de apertura de temporada de playa de Puerto Cayo se
hubiera convertido en un referente nacional e
internacional de la música y del turismo.
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