Revista Caminantes 002 - Septiembre 2014 | Page 23

senderos, sino también sus quebradas y otros sitios. Guías en el bosque es un desafío porque la gente va a ver animales. Y animales es lo que me menos se ve. Por lo menos los grandes y espectaculares. Por lagartijas, hormigas, arañas y mariposas aparecen mucho por los senderos. Y quiero insistir en eso. Por más que uno vuelva y vuelva al sendero. Cada vez uno descubre algo diferente. Uno se da cuenta que está planta tiene las hojas con unas esporas de esta manera. Uno ver que las enredaderas no son tan elásticas como las que usaba Tarzán en las películas. Uno ve los árboles crecer, las plantas florecer. Uno ve árboles caer. Uno sabe que el oso hormiguero siempre anda por este árbol de ahí. Ha llegado un día muy especial. Estamos en 2006. Enseñarle este bosque que yo amo a mi hija. Por estudios y trabajo me fui a vivir a Quito, así que no había podido ir antes. Con los hijos nunca se sabe. Uno trata de enseñarles que amen la naturaleza pero a veces no resulta. A Gaby en general si le gustaba pero para mí era importante que le guste Cerro Blanca. Así que fuimos. Como ya caminaba la hice caminar unos tramos. Luego la llevaba cargada. Y descubrí algo obvio. No es tan fácil explicarles a los niños el bosque. Mejor dicho, si es fácil, pero ahí que cambiar el discurso. No se puede hablar igual a un niño de un año que a los turistas. Ahí le iba yo enseñando lo que a mi me gusta. El ceibo que es mi árbol favorito. El matapalo que tiene una historia tan diferente a las demás, los hornos donde tradicionalmente se hacía cal cuando esto era una hacienda hace muchos años. El gran higuerón en la mitad del sendero. Y por supuesto la quebrada. Nos acercamos, vimos los peces, las pequeñas ranitas. Me gusta hacerle tocar las semillas que pinchan, hacer volar las flores del fernán sánchez, que palpe el algodón del ceibo, los anillos del pijío. Así es como yo entiendo el bosque. Un lugar para ver, oler, escuchar y tocar. No tanto para probar, no soy mucho de comer cualquier cosa que encuentro. 23