Revista Caminantes 001 - Agosto 2014 | Page 46

A un poco más de 6 kilómetros de Jipijapa, Manabí, en la vía que conduce hacia Puerto Cayo, se encuentra ubicada la Comunidad de Joá, muy conocida por sus pozos de agua azufrada, donde es muy común observar familias enteras que acuden, sobre todo los fines de semana, a darse un baño con esta agua, a la que se le atribuye propiedades medicinales. Éstas provienen de las vertientes del volcán inactivo Chocotete, que tiene una altura aproximada de 400 metros sobre el nivel del mar. Desde este punto me disponía, junto a varios acompañantes, a recorrer algo más de 35 kilómetros de caminos sinuosos, pedregosos y polvorientos, en esta época del año y fangosos e inaccesibles en la temporada invernal, para llegar a nuestro destino objetivo, la Comunidad de Agua Blanca, en el Cantón Puerto López. El “camino viejo”, con ese nombre se conocía a esta ruta hace algo más de 30 años, que fue la primera y única vez que la recorrí junto a mi padre y hermanos, de aquella experiencia recuerdo que parte del recorrido se lo hacía por el lecho pedregoso de un río, que había mucho polvo y que llegamos a Puerto Cayo, así que prácticamente nos aventurábamos a una nueva experiencia, por así decirlo, ya que el aporte de mis recuerdos no era muy significativo. Siendo las 10h00 empezamos nuestro recorrido por un camino lleno de polvo, junto al que serpenteaba el río Olina, que en verano baja con poco caudal, a medida que avanzamos se puede observar a ambos lados del camino el bosque seco, característico de esta zona, y que pese a que la mayor cantidad de sus especies carecen de hojas en la época de verano o sequía, es un ecosistema complejo que alberga muchas especies de aves y mamíferos. Luego de haber recorrido 3 kilómetros, aproximadamente, y de habernos cruzado un par de veces 46 con el río Olina, éste se desvía hacia la derecha con rumbo hacia la Boca de Cayo, atravesando los cerros Loma Redonda, Las Colembras y Sarnoso. Recorridos ya 5 kilómetros y adentrándonos en las estribaciones de la cordillera Colón-Colonche, se deja ver la loma La Jacinta, con una altura aproximada de 515 msnm, y, los primeros árboles de ceibos, que con sus caprichosas formas y su color verde intenso contrastan con el resto de la vegetación seca, deleitándonos e impresionándonos con el gran tamaño y diámetro de su tronco. Estos pasarían a ser nuestros compañeros de viaje por un largo trecho. Maravillados de tanta majestuosidad y entretenidos por los sonidos que emitían los pericos y otras aves, mientras avanzábamos por un tramo de la vía, cubierta por 15 o 20 centímetros de polvo -calculado por la profundidad de la huella de las llantas- caímos en un bache, y prácticamente quedamos a oscuras, sin entender que pasaba. En buena hora el motor no se apagó y logramos avanzar unos metros hasta ponernos a buen recaudo, al bajarnos todos del vehículo y pasado el susto, nos agarró un ataPágina siguiente, en sentido de las manecillas del reloj: Comunera del sitio Las Peñas. Eras, en donde se siembran especies de hierbas aromáticas y medicinales. Crías de chivos. Moradores se abastecen de agua desde fuentes naturales cercanas.