#10
editorial
Marzo, el mes del tatu pochy
¡Buenas vibras, Blowrrícolas! Hay que ponerle mucha onda al mes de marzo: ya pasaron las
vacaciones, ya pasó el carnaval, comenzaron las clases y la gente en las oficinas está
apurada porque “se nos va el año” (?).
No sabemos por qué marzo es un mes estigmatizado en todas las culturas desde antaño. En
la antigua Villarrica, en los tiempos del emperador Wasmorfo, allá por siglos pasados, marzo
era el mes de la abstinencia. No se podía tener relaciones, no se podía jugar con la matraca,
no se podía tocar una teta y, mucho menos, mirarle a la yegua... ¡Nada! En este contexto, y a
razón de otras razones científicas, según el Horóscopo Chino (versión adaptada al Horóscopo
de Kurusu de Hierro), marzo es y será siempre el mes del tatu pochy.
Las mujeres están histéricas; no sabemos si será porque comienzan las épocas de lluvia y a
raíz de eso pierden el color que han ganado con largas horas bajo el sol haciendo nada, y
ese indeclinable proceso en el que su color de piel se vuelve nuevamente del tono Gasparín.
Esta edición de Blow llega en el momento adecuado a nuestras vidas, para hacerle la contra
a marzo con las fotos y los relatos más calientes. Traemos música entre tanto ruido de vehículos
en el tráfico y fotocopiadoras en las oficinas, y tangas donde hay bombachones de la abuela
y compañeras gordas que no se depilan. Esto no tiene vuelta atrás: ¡se ha establecido la
anarquía!
Tomamos por la fuerza todo lo que le quita la onda a marzo, y traemos los cuerpos más
sagrados y sensuales de la República, para que, gracias a Blow, marzo nunca más sea el mes
del tatu pochy.
Espero que disfruten este viaje. Recuerden que la felicidad está en compartir, así que podés
mirar esta edición con tu pareja o un amigo, aunque no nos hacemos responsables de
lesiones ocasionadas en guerra de espaditas. Bueno, me voy a Garchalandia hasta el mes
que viene. ¡Que disfruten amigos!
El Dire.
cuatro