Me incluyo. Tengo pileta, y cómo
pechean los perros para caer, ¡eh! Todos
gua’u me quieren ahora. Moopio.
Pero a no desesperar, mis correligionarios.
Si usted no cuenta con algún/a amigo/a que
posea dicho recinto aguatero (mba’e!?), tiene
otras opciones. Las playas, los balnearios
y arroyos también sirven para pegarse un
chapuzón, y evitar morir calcinado. Aunque
existe otra cosa que nos jode: poquitas
“playas” están habilitadas por su alto nivel de
contaminación. Así que, mis estimados, si no
quieren salir del agua con tres brazos, piel
verde y un ojo en la frente, ¡a informarse y
cuidarse!
Otra gran característica, si no la más
importante para muchos, es la escasez de
ropas de parte de las amigas en lo que dura
la temporada. Ogoza los perros al ver a las
chicas en shortcitos o blusitas mostrando todo
lo que Dios (o el cirujano de moda) les dio.
Pero ¿y las playas? ¡He! Ahí sí. ¡Los biquinis,
papá! (con voz de Rubén Rodríguez, para
hacerle gua’u el aguante a los perros). Esas
pequeñas piezas denominadas trajes de
baño que pueden volver un albañil guaso de
aquellos hasta al tipo más correcto y
dominado.
En serio, cada vez más minúsculas las
tanguitas y los corpiños. Apenami tapan la
puntita. Nooo, no me miren así, no me pongo
ko en contra. Es más, si tuviera el cuerpazo
de algunas, también usaría la bi… ¡Mentira!
Revergüenza voy a tener.
San Ber es un capítulo aparte si es que
queremos hablar del verano en Paraguay. Ahí
se concentra toda la “movida” (¡ay!, rediario
se lee eso. ¡Pssh, nambré!). Ahí sí que se juntan
toditos. Desde los platudos que tienen esas
supercasas que de tan increíbles por poco
no tienen vista al mar y no al lago verde de
Ypacaraí hasta nosotros los que apenas
tenemos para comprar, vaquita mediante,
toda la cerveza que se pueda tomar en un fin
de semana (je je je).
Todos las discotecas que te puedas imaginar,
bares, restaurantes, playas, lomiteros,
pancheros, porororororeros (chake!, se va
todo ya). Todo se muda para allá durante
enero. En febrero nos mandamos a mudar
para Encarnayork, pero ese ya es otro tema.
El carnaval es el próximo mes recién,
esperen na.
Y bueno, solo me resta desearles un lindo
resto de verano (en serio, mba’e) sea cual
fuere el lugar que hayan elegido para sus
vacaciones. Usen protector solar, protector
cuando garchen y protéjanse de las barreras
coimeras. Nos vemos el otro mes. Traigan su
espuma, antifaces y demás yerbas.
¡Que viva el bronceado camionero!
nueve