ISMA - Instituto Superior Marista A-730
6.- EXPERIENCIA PEDAGÓGICA MISIONERA
EN SANTIAGO DEL ESTERO
A LAS COMUNIDADES EDUCATIVAS DEL ISMA y DE
MACNAB BERNAL:
Como es de vuestro conocimiento, del 18 al 25 de Septiembre,
realizamos la Edición 2010: de las EXPERIENCIAS PEDAGÓGICAS
MISIONERAS, EN ESCUELAS RURALES DE SANTIAGO DEL ESTERO. Como
en años anteriores, participaron también alumnos del Profesorado
Marista de Macnab Bernal.
Aula Magna Nº 14
Y la culminación, fue con la procesión desde ICAÑO, hasta la capilla de
Nuestra Señora de la Merced, el 24 de Septiembre. El lugar, llamado
El Tope, está aproximadamente a cinco kilómetros del pueblo. El
entusiasmo y la religiosidad popular la pudimos vivenciar en todo
momento.
Para el ISMA y el Profesorado Macnab Bernal, estas Experiencias son
claramente un valor agregado a la formación de nuestros docentes.
Además de ampliarles el panorama pedagógico en contextos
diferentes, cultiva el sentido solidario de toda nuestra comunidad, que
es esencial a todo cristiano.
Reciban todos nuestro agradecimiento, en nombre de nuestras
Instituciones. Sabemos que todos participan: unos en forma directa,
donando una semana al servicio de las escuelitas rurales; otros
colaborando en la donación de elementos de ayuda; otros con la
plegaria al Señor Jesús y a su Madre María, pidiendo su bendición,
etc…
Con el cordial saludo a todos.
Ana María Veglio
Coordinadora
Norma Muñoz
Coordinadora
Alejandra Altuve Silvestre Jacob
Coordinadora
Rector del ISMA
Pasamos a los testimonios, expresados por un grupo
de misioneros.
Queremos informar brevemente. Con una preparación esmerada, con
reuniones generales y por grupos de vida (integrantes de cada escuela),
nada quedó sin planificar. Las clases por niveles; las catequesis; la
recreación; y todo lo relacionado con las visitas a las familias y las
ayudas solidarias.
Esta vez, el grupo comenzó la vivencia en forma intensa, al viajar en
una unidad reservada por nosotros, del “Expreso del Oeste”, con 62
asientos, saliendo y regresando a nuestra sede, de Montevideo 1050-.
Un equipo médico,- con tres médicas entusiastas-, prodigó la asistencia
sanitaria en todos los parajes, con gran afluencia de personas de todas
las edades. La previsión aquí también fue completa: pudieron asistir
con calidad profesional y entregar los medicamentos más adecuados
en cada caso.
En cuanto a las ayudas y donaciones, este año han sido excepcionales.
Además del envío de Julio pasado, en los días de nuestra experiencia,
se fletaron dos viajes de camión repletos, con los bultos perfectamente
etiquetados, de modo que todo llegó a destino. Entre otras ayudas:
ropa, calzado, alimentos no perecederos, libros, útiles escolares,
juguetes, varias bicicletas, muebles y medicamentos seleccionados
para atender todo tipo de dolencias.
La Experiencia comenzó propiamente, el domingo 19, a las 9 de
mañana, con la Misa del Envío a la Misión Pedagógica Misionera,
celebrada por el Padre Benjamín, Párroco de un extenso territorio en
la zona. Fue en la iglesia de Icaño. Todos recibieron la cruz misionera.
La liturgia fue muy animada, y con la participación de los feligreses del
pueblo santiagueño.
Un capítulo especial fue el Día de la Primavera, Día del Estudiante. Fue
dedicado a la recreación. Pero, lo notable: siguiendo una costumbre
de la Provincia de Santiago del Estero, en todas las escuelas y en cada
grado, se eligió la reina de ese curso y también la reina de la escuela.
Todo en un marco festivo y de gran alegría.
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Cristo llama de diferentes maneras y sabe tocar el corazón de cada
uno para invitarnos a ser sus instrumentos de amor, buscando hacer
realidad su plan de salvación para toda la humanidad.
Pocas personas pueden decir que nacieron con vocación para
ser misioneros. La gran mayoría nos encontramos en un punto
determinado de nuestras vidas con las circunstancias apropiadas para
que, casi sin darno s cuenta, nos hayamos vistos integrados en esta
maravillosa tarea de salir para ir a dar a conocer la Buena Nueva en el
nombre de Cristo y su Iglesia.
Es muy difícil darse cuenta en qué momento y por qué Cristo toca las
puertas de nuestro corazón para pedirnos que nos iniciemos en esta
aventura de misionar.
En realidad, cada caso es una historia aparte, pero siempre con un
mismo fin: convertirnos en instrumentos de Dios, que habla a través
de nosotros, mostrando su amor y dándose así a conocer.