Revista Asociación de Cirujanos Guatemala Revista 2019 | Page 8
Reseña Histórica de la Viruela.
Las epidemias de viruela se presentaban con in-
tervalos de diez a quince años y por ello existía el
refrán popular que señalaba que: “PARA LLEGAR A
LA ADOLECENCIA HABIA QUE CRUZAR EL RIO DE LA
VIRUELA”. Fue en la siguiente epidemia de 1795, en
Guatemala, que se pudieron comprobar los buenos
resultados de las inoculaciones al producirse un des-
censo significativo en la mortalidad.
Don José Felipe Flores, un médico de la “Ilustración”
en el Reino de Guatemala, logró por sus méritos lle-
gar a ser: Catedrático de Prima de Medicina de la
Real y Pontificia Universidad de San Carlos de Borro-
meo, Protomédico del Reino, Médico de Cámara de
su Majestad. El Dr. Flores, introdujo la variolización o
inoculación de la viruela, no como un experimento,
sino que en apego a los procedimientos y adelantos
que en esta materia se aplicaban en Europa, como lo
confirma la autorización de la Real Audiencia.
El descubrimiento de la vacuna
contra la viruela 1798
Continuando con la historia de la viruela, nos enfo-
caremos esta vez al descubrimiento de la “vacuna”.
Fue la acuciosidad y perseverancia del médico inglés
Edward Jenner (1749-1823) quién después de más
de 20 años de investigaciones, motivadas por las
repetidas palabras de una paciente campesina que
cada vez que lo visitaba en la clínica le decía, mos-
trándole la mano con pústulas o cicatrices: “yo no
me puedo contagiar de viruela porque he tenido va-
cuna”, palabras que resonaron por años en la mente
de Jenner. Por tradición oral se comentaba que los
aldeanos que ordeñaban sus vacas desarrollaban
pústula en las manos contagiados de las pústulas de
las ubres de sus vacas, es más se decía que entre
ellos se inoculaban el líquido de las pústulas de la
vaca y no adquirían la mortal enfermedad.
Múltiples observaciones, estudios y análisis de es-
tos hechos llevaron a Jenner en 1796 a “vacunar”
con el líquido de una pústula bobina a un niño de
ocho años James Phipps, quien no poseía inmunidad
a la viruela, el niño desarrollo la misma pústula en el
área inoculada. Con este éxito prosiguió, seis sema-
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nas después, a inocularle virus de viruela humana,
de la manera acostumbrada en las inoculaciones,
James no presentó ninguna forma de viruela. Satis-
fecho con esta comprobación clínica, en humanos,
publicó en 1798 su informe titulado: Una investiga-
ción de la causa y efecto de la Vacuna Variolae
La inoculación con el virus vacuno, era tan simple
como las inoculaciones que se estaban practicando.
La vacuna era efectiva siempre y cuando el recipien-
dario no hubiera adquirido inmunidad previa y el vi-
rus guardara la potencia necesaria.
Tan importante descubrimiento se expandió rápida-
mente en todo el mundo. Por ejemplo, la Emperatriz
de Rusia, ordenó que al primer niño vacunado se le
llamara Vaccinoff y que este gozara de pensión vita-
licia por el gobierno imperial
La Gazeta de Guatemala publicó en agosto y sep-
tiembre de 1802, sobre las frustraciones producidas
en este Reino al no poderse obtener el virus de la
vacuna. Múltiples intentos para obtenerla de Espa-
ña, Estados Unidos de América fueron infructuo-
sos, lo mismo sucedía con el resto de las colonias
americanas. Obtener el virus vivo y activo, se hacía
imposible por la larga travesía marina. Los virreyes
y presidentes de las audiencias clamaban al rey por
la llegada del virus vivo a los dominios de las indias
occidentales.
La experiencia personal del monarca español Carlos
IV (1789-1808) al contagiarse una de sus hijas de vi-
ruela, se sintió obligado a vacunar a sus otras dos
hijas, las tres sobrevivieron.
Con esta experiencia el rey ordenó al Consejo de
Indias que investigara las posibilidades y formas de
poder enviar a América el virus de la vacuna vivo y
activo.
El Honorable Requema, miembro del Real Consejo
de Indias, conocedor de que el Dr. Felipe Flores resi-
día en España y que tenía experiencia en el manejo
de epidemias de viruela, al haber promovido la téc-
nica de las inoculaciones en el Reino de Guatemala,
se dirigió al él en febrero de 1803 para que estudiara
Rev Guatem Cir Vol 25 (2019)