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Historia del Departamento de Cirugía del Hospital Roosevelt
competente y esto duraba en promedio ocho años,
con el tiempo fue estandarizado y actualmente lo
aceptado a nivel mundial son 5 años de residencia.
Algo interesante del nuevo modelo de educación de
Halsted fue el uso de sistema piramidal, lo que sig-
nifica que cada año debía abandonar un residente,
esto estimulaba la competencia y eliminaba la nece-
sidad de graduar a todos.
La organización inicial y su evolución
El doctor Lizarralde fue nombrado Jefe del Departa-
mento de Cirugía, el doctor Arroyave Jefe de Edu-
cación Médica, los doctores Solís Hegel y Gallardo
Flores Jefes de Servicio de Cirugía. Los cirujanos
estaban organizados y al abrir el servicio Cirugía en
el Hospital Roosevelt hubo plazas disponibles. Se
aceptaron los dos primeros Jefes de residentes, los
doctores Eduardo Molina y Rodolfo Durán quienes
habían completado su entrenamiento en el extran-
jero, como residente se segundo año al doctor Raúl
Cruz Molina y como residentes de primer año los re-
cién graduados doctores Carlos Lara Roche, Héctor
Enríquez, Rodolfo Mac Donald, Manuel Molina N.,
Roberto Schneider y varios más. Los primeros re-
sidentes que iniciaron y completaron la residencia
fueron los doctores Francisco Rojas G., Miguel Angel
Martini, José Toribio Duarte y Migue Angel Marcucci C.
Para ingresar como residente debían ser entrevista-
dos por el doctor Lizarralde quien hablaba con los
otros cirujanos y en conjunto autorizaban su ingreso,
la residencia inicialmente duraba 3 años y uno más
si eran Jefes de Residentes. Los Jefes eran estrictos,
les exigían disciplina, responsabilidad y respeto a sus
compañeros, pacientes y superiores. la enseñanza
de la técnica quirúrgica era directa de parte de los
jefes en sala de operaciones quienes los asistían aún
en los turnos y progresivamente los dejaban reali-
zar procedimientos de mayor complejidad. Todos los
días se iniciaban las labores en Radiología donde se
revisaban los estudios realizados durante el turno,
los miércoles pasaba visita general el grupo comple-
to de Jefes y Residentes, allí se complementaba la
docencia. Al final se presentaba la estadística sema-
nal y a manera de auditoría se presentaban los casos
relevantes, complicados y fallecidos.
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Los primeros Jefes de Residentes fueron el doctor
Eduardo Molina en la sección de adultos y el doctor
Rodolfo Durán en la Cirugía Pediátrica, el doctor Mo-
lina se trasladó a Quetzaltenango y fue substituido
por el doctor Héctor Enríquez en 1962 , él entregó su
cargo al doctor Rodolfo Mac Donald en 1963 cuan-
do regresó de su especialización en Bristol, Inglate-
rra, fue Jefe de Residentes hasta 1965 entregando
su cargo al doctor Francisco Rojas, el primer Jefe de
Residentes de Cirugía egresado del programa de re-
sidencia del Roosevelt.
Más adelante se implementaron otras actividades
para lograr la preparación integral de los residentes,
por supuesto, las clases magistrales de temas bási-
cos en cirugía y cuando era necesario sobre innova-
ciones quirúrgicas. La lectura de revistas, por medio
de la cual los jefes compartían con los residentes y
demás miembros del departamento lo publicado en
las más relevantes revistas quirúrgicas, para hacerlo
con orden decidieron subscribirse cada uno de los
jefes a una revista distinta y de esta manera en un
mes todos podían conocer los últimos adelantos pu-
blicados. Otra parte elemental fue la presentación
semanal de la estadística la cual servía para conocer
que se había operado y se presentaban las complica-
ciones y fallecidos a manera de auditoría, discutien-
do los casos a fondo para sacar conclusiones cons-
tructivas y proponer acciones positivas en beneficio
de la atención de los pacientes. Todos los pacientes
complicados y fallecidos debían ser presentados los
miércoles para discutirlos con todos jefes, los pre-
sentaban los residentes que lo habían operado y
los fallecidos debían contar con los hallazgos de la
necropsia, la cual por muchos años fue obligatoria
y realizada por residentes de cirugía. Desde que el
doctor Rodolfo Mac Donald fue nombrado profesor
del postgrado por la Universidad, se encargó de la
sesión de los lunes, allí se le presentaba la estadísti-
ca de la semana anterior y se discutían los casos que
serían presentados en la sesión general de los miér-
coles, él se encargó de hacer de este día el momen-
to de mayor aprendizaje, corrigiendo en público a
quienes habían cometido un error, enseñando senti-
do común para resolver los problemas quirúrgicos y
exigiendo honestidad, responsabilidad y dedicación
para con los pacientes.
Rev Guatem Cir Vol 25 (2019)